Los Homo Sapiens entre otras muchas cosas somos zoos andantes, si somos un zoo, un zoo de bacterias. Tenemos bacterias por todas partes, no sólo en nuestra parte exterior sino que también tenemos bacterias dentro de nosotros, bacterias que nos ayudan, por ejemplo, a hacer la digestión. Nuestro sistema inmunológico las deja vivir dentro de nosotros, a cambio ellas nos echan una mano con nuestros procesos digestivos.
Los Homo Sapiens no somos una rareza en esto, multitud de animales también conviven con sus propias bacterias. Y estas pequeñas compañeras han aportado otra prueba de nuestros parentesco evolutivo con el resto de primates.
En Science se hacen eco del trabajo realizado por el equipo de Howard Ochman, el resultado ha sido publicado en PLoS Biology, y lleva por título: Evolutionary Relationships of Wild Hominids Recapitulated by Gut Microbial Communities. Lo que el equipo de Ochman ha hecho, ha sido estudiar las bacterias presentes en las heces de distintas especies de chimpancés, gorilas y también de humanos. Se dedicaron a secuenciar el ADN de esas bacterias. Con los datos que iban obteniendo fueron dibujando un árbol que representaba las semejanzas entre las bacterias de las heces de los primates que estaban estudiando. Aquí os donde viene la sorpresa, el equipo de Ochman se dio cuenta que el árbol que estaban dibujando se corresponde con la relación evolutiva entre los primates. Por ejemplo, evolutivamente hablando los chimpancés son nuestros parientes más próximos, ¿adivináis a que bacterias intestinales se parecen más las nuestras? Exacto, de las muestras analizadas las bacterias intestinales de los Homo Sapiens eran las más parecidas a las de los chimpancés. Por qué las comunidades bacterianas de los primates siguen este patrón es algo que todavía esta por saber.
Podemos ponernos todo lo dignos que queramos, pero ahora, hasta las bacterias, nos susurran de donde venimos.
Ismael Pérez Fernández.