La franquicia del estado de Massachusetts ha terminado completando una temporada muy por encima de las expectativas que se tenían hace apenas dos meses. En aquel entonces, al final de la regular season, los Celtics estaban inmersos en una mala racha de resultados que les hizo ganar apenas 50 partidos y terminar en la cuarta posición de la Conferencia Este. Se decía en ese momento que el Big Three estaba demasiado mayor, que el banquillo no aportaba o que Boston iba a salir de los Playoffs a las primeras de cambio iniciando un doloroso fin de ciclo.
Sin embargo, los Celtics han demostrado que son carne de Playoffs. Cuando la temporada ha llegado a su fase decisiva, los Orgullosos Verdes han hecho honor a su apodo y han realizado un papel que a punto ha estado de llevarles a la gloria absoluta. Primero se deshicieron cómodamente de Miami Heat en primera ronda, y después dejaron en la cuneta a los dos grandes favoritos del Este, Cleveland Cavaliers y Orlando Magic, en seis partidos y mostrándose muy superiores a domicilio. Incluso en la gran Final no tenían el cartel de favoritos, pero llevaron a Los Angeles Lakers al límite, peleando cada encuentro y forzando un séptimo partido que no se decidió hasta los segundos finales.
En definitiva, Boston ha hecho una temporada 2009-10 muy destacable, regresando a la élite callando la boca a muchos detractores y dando la sensación de querer recuperar glorias pasadas. Pero la pregunta es: ¿podrán los Celtics repetir la hazaña el año que viene?
Como sucede en su eterno rival, la principal incógnita céltica de cara al próximo curso es la continuidad de su entrenador. Durante las Finales, mucho se ha especulado con la posibilidad de que, si los Celtics ganaban el Anillo, Doc Rivers no seguiría al frente del equipo. Sin embargo, al quedarse a las puertas, podria pensarse que Rivers volverá a intentarlo la temporada que viene. De momento, lo cierto es que el coach aún no se ha pronunciado sobre su futuro. Prefiere centrarse hoy por hoy en ver jugar a baloncesto a sus hijos y descansar con su familia antes de tomar una decisión. Si Rivers no siguiera seria un gran palo para los Celtics, ya que él es el principal artífice de que un equipo que estaba hundido haya vuelto a la élite disputando dos finales de la NBA en tres años. Y junto a Rivers, otra pieza clave en el staff técnico de los Celtics campeones ha sido Tom Thibodeau, el encargado de los brillantes sistemas defensivos de Boston y que esta misma semana anunciará su compromiso formal como técnico jefe de los Chicago Bulls.
Así pues, la salida (posible) del entrenador y de su asistente principal (segura) podrían trastocar el futuro a corto plazo de la franquicia que comanda Danny Ainge como Manager General. En cuanto a la plantilla, como ya hicimos con los Lakers, analicemos una por una todas las situaciones contractuales de sus jugadores:
-El único jugador con un contrato de larga duración (no hay ningún miembro de la plantilla con contrato más allá de 2012) es Rajon Rondo. El base del equipo fue renovado a principios de esta temporada y está vinculado a los Celtics hasta 2015 por un total de 55 millones de dólares. Rondo ha acreditado su crecimiento como jugador en estos Playoffs, y a sus 24 años deberá ser la piedra angular del futuro de este equipo.
-Los otros dos jugadores con contrato en vigor más allá de la próxima temporada son Kevin Garnett y Rasheed Wallace, aunque presentan situaciones diferentes. Garnett apurará seguramente sus dos últimas campañas como profesional (cobrando 40 millones más), ya que sus problemas físicos le han hecho alejarse de su mejor versión y tendrá 36 años cuando finalice su contrato. En cuanto a Wallace, el propio Doc Rivers dejó caer tras la Final que el veterano ala-pívot (camino de los 36) está pensando seriamente en la retirada, renunciando así a los dos años y más de 13 millones que le quedan por cobrar.
-En el verano de 2011 terminan contrato otros dos jugadores importantes: Kendrick Perkins y Glen Davis. El primero se ha consolidado como el center titular del equipo, aunque no es descartable que pueda ser utilizado como moneda de cambio para buscar un jugador exterior de garantías, ya que es una pieza apetecible en el mercado dada la escasez de pívots grandes y su bajo coste económico (4.4 millones la próxima temporada). Por su parte, Big Baby es uno de los favoritos de la grada, y los Celtics ya apostaron por él extendiendo su contrato una temporada más. De su progresión mental (porque la deportiva está fuera de toda duda) dependerá que su futuro esté teñido de verde.
-Momento de hablar del gran capitán. Paul Pierce, después de doce temporadas con el equipo, tiene que decidir si sale al mercado de agentes libres a partir del próximo 1 de julio. The Truth tiene una player option de 21.5 millones de dólares para la temporada que viene, y si la ejerce seguirá en Boston una temporada más. Lo más lógico sería que así lo hiciera (o no renovar y pedir un contrato multianual con los Celtics), porque este es el peor año para que un veterano de 32 años salga al mercado, dada la enorme cantidad de agentes libres de renombre que estarán en el escaparate.
Con todo esto, nadie duda que va a ser un verano movidito en Boston. Con Rivers y Ray Allen como temas principales, toca ponerse a trabajar a fondo con una plantilla que necesita un recambio generacional a corto plazo en sus principales estrellas, y que tampoco disfruta de demasiado margen en el salary cap como para hacer florituras. Desde luego, todo un reto para cualquier GM que se precie.