Me haces incompleto. Mis miradas quieren ser caricias, así que mis ojos pretenden, envidiosos, ser mis dedos. Mirarte la piel desde la misma corta distancia que lo hacen ellos. Recorrer tu cuerpo y modelarlo. Guardar cada rincón para los sueños. Descansar en tu espalda, aventurarse hacia el principio de tu pelo.
Me haces incompleto. Mis besos quieren ser miradas, así que mis labios pretenden ser mis ojos. Besarte la piel como mirando estrellas, bordar en tus labios una imagen de deseo y poder ver como se forma el brillo de tus ojos. Su sueño es poder seguir besándote mientras te alejas. Su sueño es que estés siempre a la misma distancia, la de un beso.
Me haces incompleto. Las partes quieren ser el todo, y el todo quiere estar en cada parte. Que cada caricia este a la vista, y oír el roce de tu piel debajo de mis dedos, y poder oler el viento mover tu pelo. Sentir el calor de tu cuerpo, y besar la parte que tengas fría. Acercarme tanto a ti como mis labios y seguirte tan de cerca como mis miradas.
Definitivamente, me haces incompleto. Tan sólo cinco sentidos son pocos, si se trata de sentir tu cuerpo.
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