«¿Xenofobia? No. Políticamente incorrecto. ¿Sexismo? No. Políticamente incorrecto. ¿Insultos? No. Políticamente incorrecto. ¿Lenguaje soez? No. Políticamente incorrecto. ¿Chulería? No. Políticamente incorrecto. Escudados en este perverso frontón dialéctico, algunos, bastantes, demasiados pretendidos paladines de la libertad de expresión que dicen oponerse a una supuesta tiranía del pensamiento único amparan conductas, actitudes, opiniones y comportamientos que simple y llanamente son deleznables, cuando no delictivos.
Lo que es reprobable es llamar «mierda» a alguien, no criticar que un ministro llore en su despedida. Lo que es de todo punto rechazable es cosificar a la mujer como un puro objeto sexual de usar y tirar, aunque no sea delito mantener relaciones sexuales consentidas con niñas de 13 años. Lo que es criticable es que se dé cancha en una televisión pública a un provocador que con tal de epatar es capaz de decir cualquier barbaridad, no solo en un estudio donde hay niños, sino también previamente y en numerosas ocasiones negro sobre blanco. Lo que es intolerable es poner bajo una lupa inquisitorial a los inmigrantes, generalizar e identificarlos con la delincuencia en panfletos que llevan el logo de un partido, porque eso puede desembocar en videojuegos donde puntúa eliminar a sin papeles.
Todo esto no es políticamente incorrecto, es infame»...
[+] La Voz de Galicia
Escribe Enrique Clemente: