Hace ahora casi justamente un año, poco después de que se presentara el documento que realicé con Vicent Navarro para Podemos, la periodista Isabel Morillo se sumó al coro de periodistas y medios que nos atacaron sin piedad con un artículo repleto de falsedades publicado en El Confidencial. Lógicamente, contesté enseguida demostrando que la inmensa mayoría de las cosas que decía en ese texto eran falsas y que claramente solo perseguían atacar a Podemos utilizándome a mí. Mi respuesta se encuentra en el enlace siguiente:
La periodista Isabel Morillo (@2imori) reinventa la historia para meterse con Podemos a mi costa
A pesar de todo, como procuro hacer siempre que tengo un conflicto con alguna persona al poco tiempo llamé a la periodista diciéndole que por mi parte estaba dispuesto a olvidar el asunto. Quedamos en una cafetería sevillana, le volví a demostrar cuán equivocada estaba y concluimos el encuentro con bastante cordialidad. O al menos eso creí yo,
Mi sorpresa ha sido mayúscula cuando he leído hoy sendos comentarios que ha hecho en su cuenta de Twitter y que transcribo a continuación:
Lamento que el tema vuelva a salir pero yo no estoy dispuesto a asumir semejante reproche. Fui yo el ofendido por las mentiras de la información que dio Isabel Morillo como quedó perfectamente demostrado y sería ella quien debería haberse disculpado o retirado su texto.
La función social del periodismo es crucial y es una pena que en lugar de servir a la información y a las audiencias sean empleados y siervos de las fuerzas políticas o de los poderes económicos y financieros.
Por cierto, Isabel Morillo debe ser a estas alturas la única periodista de España que no se ha enterado todavía de que yo no he estado afiliado a Podemos ni lo estoy, ni a ningún otro partido. Soy independiente, aunque creo que esta es una expresión de significado incomprensible para Morillo.