Independencia de CubaTodavía en la actualidad, algunos españoles utilizan la expresión “más se perdió en Cuba”. Esta frase, que hace referencia a la gran importancia que tuvo para España la pérdida de esta isla en 1898, se usa para dar a entender que lo que normalmente nos preocupa no es nada si se compara con asuntos verdaderamente importantes.¿QUÉ FUE LA INDEPENDENCIA DE CUBA?Fue el proceso por el que, a finales del siglo XIX, Cuba se independizó del dominio colonial español, muchos años después de que lo hicieran casi todas las naciones hispanoamericanas.Normalmente, ese proceso se divide en tres periodos. Vamos a verlos.LA GUERRA GRANDE O DE LOS DIEZ AÑOS (1868-1878)El 10 de octubre de 1868, un grupo de hacendados encabezado por Carlos Manuel de Céspedes dio el llamado grito de Yara y proclamó la independencia de Cuba. En 1869, un Congreso Constituyente aprobó una Constitución (que abolía la esclavitud), y Céspedes fue nombrado presidente de la República de Cuba en armas (más conocida, simplemente, como República en armas).Ya entonces, Estados Unidos intentó comprar la isla al gobierno español; pero España optó por la lucha, y la guerra comenzó. Los sucesivos capitanes generales españoles de Cuba combatieron duramente contra los patriotas cubanos. Entre estos últimos, conviene que recuerdes los nombres de Antonio Maceo e Ignacio Agramonte y Loinaz. Desde 1873, los independentistas empezaron a recibir ayuda estadounidense.La lucha llegó a ser muy cruel, y las represalias, cada vez más duras. Maceo y Máximo Gómez extendieron la sublevación por buena parte de la isla. Pero, al mismo tiempo, también surgieron disputas entre los insurgentes. Así, en 1873, Céspedes fue depuesto, y la jefatura de la República en armas pasó a ser ejercida por Salvador Cisneros Betancourt (1873-1875). Los siguientes presidentes fueron Juan Bautista Spotorno (1875-1876), Tomás Estrada Palma (1876-1877), Francisco Javier de Céspedes (1877) y Vicente García González (1877-1878). Todos ellos pertenecían (como Céspedes y Cisneros) al Partido Revolucionario Cubano.En 1875, mientras esto sucedía en Cuba, Alfonso XII fue coronado rey de España. Al año siguiente, el general español Arsenio Martínez Campos llegó a la isla para poner fin a la resistencia independentista. Derrotó pronto a los sublevados más radicales y alcanzó algunos acuerdos con los más moderados. Así, el 10 de febrero de 1878 se firmó la Paz de Zanjón.LA GUERRA CHIQUITA (1879)El 24 de agosto de 1879, se inició, en la provincia de Oriente, otra rebelión contra las autoridades españolas. Sus jefes eran algunos de los independentistas más radicales de la guerra anterior; entre ellos, José Maceo (hermano de Antonio), Guillermo Moncada, Quintín Banderas y Calixto García. Pero esta vez, los independentistas no contaron con apoyo popular y fueron rápidamente derrotados por el general Camilo García Polavieja.LA DEFINITIVA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA (1895-1898)El 23 de febrero de 1895, se produjo el denominado grito de Baire, que supuso una nueva proclamación de la independencia cubana. Los principales protagonistas de esta nueva insurrección fueron el escritor José Julián Martí y el ya citado Máximo Gómez; ambos hicieron público, el 25 de febrero, el Manifiesto de Montecristi, en el que exponían los motivos de la revolución. Martí murió en combate el 19 de mayo de ese año. Poco después, una Asamblea aprobó una nueva Constitución y eligió presidente de la segunda República en armas a Salvador Cisneros Betancourt (el cual, recuerda, ya lo había sido también de la primera).En 1896, llegó a Cuba el capitán general español Valeriano Weyler, que practicó la guerra total y ejerció una cruel represión. A finales de ese año, fallecieron los hermanos Antonio y José Maceo. Weyler fue sustituido, en 1897, por Ramón Blanco y Erenas, quien, de inmediato, siguiendo órdenes del presidente del gobierno español, Práxedes Mateo Sagasta, concedió la plena autonomía a los cubanos. Pero la autonomía ya no satisfacía las demandas independentistas de los insurgentes, que en 1897 eligieron presidente de la República en armas a Bartolomé Masó.En febrero de 1898, un acorazado estadounidense voló en pedazos en el puerto de La Habana. Estados Unidos, que pretendía conseguir el dominio sobre Cuba, acusó del incidente a España y le declaró la guerra. Se iniciaba así la Guerra Hispano-estadounidense, que pasaba a formar parte de la propia guerra de la Independencia cubana.El 3 de julio de ese año, la flota española del almirante Pascual Cervera fue aplastada por los estadounidenses en el combate de Santiago de Cuba. España se rindió en agosto de 1898. El 10 de diciembre, Estados Unidos y España firmaron el Tratado de París. Es muy frecuente utilizar en los textos de historia la expresión “histórico tratado”; pues bien, el Tratado de París realmente lo fue: puso fin a la presencia colonial española en América después de cuatro siglos. España perdió también Puerto Rico y, en Asia, las islas Filipinas. Cuba ya no dependía de España; pero los cubanos estuvieron hasta 1902 gobernados por Estados Unidos.
Independencia de CubaTodavía en la actualidad, algunos españoles utilizan la expresión “más se perdió en Cuba”. Esta frase, que hace referencia a la gran importancia que tuvo para España la pérdida de esta isla en 1898, se usa para dar a entender que lo que normalmente nos preocupa no es nada si se compara con asuntos verdaderamente importantes.¿QUÉ FUE LA INDEPENDENCIA DE CUBA?Fue el proceso por el que, a finales del siglo XIX, Cuba se independizó del dominio colonial español, muchos años después de que lo hicieran casi todas las naciones hispanoamericanas.Normalmente, ese proceso se divide en tres periodos. Vamos a verlos.LA GUERRA GRANDE O DE LOS DIEZ AÑOS (1868-1878)El 10 de octubre de 1868, un grupo de hacendados encabezado por Carlos Manuel de Céspedes dio el llamado grito de Yara y proclamó la independencia de Cuba. En 1869, un Congreso Constituyente aprobó una Constitución (que abolía la esclavitud), y Céspedes fue nombrado presidente de la República de Cuba en armas (más conocida, simplemente, como República en armas).Ya entonces, Estados Unidos intentó comprar la isla al gobierno español; pero España optó por la lucha, y la guerra comenzó. Los sucesivos capitanes generales españoles de Cuba combatieron duramente contra los patriotas cubanos. Entre estos últimos, conviene que recuerdes los nombres de Antonio Maceo e Ignacio Agramonte y Loinaz. Desde 1873, los independentistas empezaron a recibir ayuda estadounidense.La lucha llegó a ser muy cruel, y las represalias, cada vez más duras. Maceo y Máximo Gómez extendieron la sublevación por buena parte de la isla. Pero, al mismo tiempo, también surgieron disputas entre los insurgentes. Así, en 1873, Céspedes fue depuesto, y la jefatura de la República en armas pasó a ser ejercida por Salvador Cisneros Betancourt (1873-1875). Los siguientes presidentes fueron Juan Bautista Spotorno (1875-1876), Tomás Estrada Palma (1876-1877), Francisco Javier de Céspedes (1877) y Vicente García González (1877-1878). Todos ellos pertenecían (como Céspedes y Cisneros) al Partido Revolucionario Cubano.En 1875, mientras esto sucedía en Cuba, Alfonso XII fue coronado rey de España. Al año siguiente, el general español Arsenio Martínez Campos llegó a la isla para poner fin a la resistencia independentista. Derrotó pronto a los sublevados más radicales y alcanzó algunos acuerdos con los más moderados. Así, el 10 de febrero de 1878 se firmó la Paz de Zanjón.LA GUERRA CHIQUITA (1879)El 24 de agosto de 1879, se inició, en la provincia de Oriente, otra rebelión contra las autoridades españolas. Sus jefes eran algunos de los independentistas más radicales de la guerra anterior; entre ellos, José Maceo (hermano de Antonio), Guillermo Moncada, Quintín Banderas y Calixto García. Pero esta vez, los independentistas no contaron con apoyo popular y fueron rápidamente derrotados por el general Camilo García Polavieja.LA DEFINITIVA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA (1895-1898)El 23 de febrero de 1895, se produjo el denominado grito de Baire, que supuso una nueva proclamación de la independencia cubana. Los principales protagonistas de esta nueva insurrección fueron el escritor José Julián Martí y el ya citado Máximo Gómez; ambos hicieron público, el 25 de febrero, el Manifiesto de Montecristi, en el que exponían los motivos de la revolución. Martí murió en combate el 19 de mayo de ese año. Poco después, una Asamblea aprobó una nueva Constitución y eligió presidente de la segunda República en armas a Salvador Cisneros Betancourt (el cual, recuerda, ya lo había sido también de la primera).En 1896, llegó a Cuba el capitán general español Valeriano Weyler, que practicó la guerra total y ejerció una cruel represión. A finales de ese año, fallecieron los hermanos Antonio y José Maceo. Weyler fue sustituido, en 1897, por Ramón Blanco y Erenas, quien, de inmediato, siguiendo órdenes del presidente del gobierno español, Práxedes Mateo Sagasta, concedió la plena autonomía a los cubanos. Pero la autonomía ya no satisfacía las demandas independentistas de los insurgentes, que en 1897 eligieron presidente de la República en armas a Bartolomé Masó.En febrero de 1898, un acorazado estadounidense voló en pedazos en el puerto de La Habana. Estados Unidos, que pretendía conseguir el dominio sobre Cuba, acusó del incidente a España y le declaró la guerra. Se iniciaba así la Guerra Hispano-estadounidense, que pasaba a formar parte de la propia guerra de la Independencia cubana.El 3 de julio de ese año, la flota española del almirante Pascual Cervera fue aplastada por los estadounidenses en el combate de Santiago de Cuba. España se rindió en agosto de 1898. El 10 de diciembre, Estados Unidos y España firmaron el Tratado de París. Es muy frecuente utilizar en los textos de historia la expresión “histórico tratado”; pues bien, el Tratado de París realmente lo fue: puso fin a la presencia colonial española en América después de cuatro siglos. España perdió también Puerto Rico y, en Asia, las islas Filipinas. Cuba ya no dependía de España; pero los cubanos estuvieron hasta 1902 gobernados por Estados Unidos.