Se había dicho en la semana que el 3 a 3 en la Bombonera podía ser clave para Independiente pensando en la clasificación a los octavos de final de la Copa Sudamericana. Sin embargo, el Rojo no venía de pasar una buena semana: sumó su segunda derrota consecutiva en el Torneo Inicial ante Arsenal, renunció Cristian Díaz y el descenso directo se convirtió en una realidad más que nunca.
Tras el golpe de efecto que significó la confirmación de que Américo Gallego volvía al club (asumirá este jueves), los ánimos comenzaron a cambiar de a poco en Avellaneda. Ahora era cuestión de hacer valer el empate ante Boca para eliminarlo, darse una pequeña alegría y arrancar el nuevo ciclo de la mejor manera.
Independiente eliminó a Boca de la Copa Sudamericana.
Independiente sufrió, sobre todo cuando Eduardo Tuzzio se fue expulsado al comienzo del segundo tiempo. De todos modos, supo contrarrestar bien los pocos ataques del Xeneize y aguantó el 0 a 0. Pitido final y el grito de desahogo llegó en todo el estadio Libertadores de América.
Ahora asumirá el Tolo, que tendrá como meta sacar al equipo del fondo de la tabla de promedios. Posee tiempo y eso es importante. Lógicamente eliminar a Boca es importante para el ánimo de los jugadores, pero la emoción no los debe alejar de la gran realidad que atraviesan los Diablos Rojos: evitar el primer descenso de la historia del club.
“No puedo negar mi pasado en Boca, soy hincha desde antes de jugar allí, pero acá en Independiente le dan de comer a mi familia y a mí, y voy a defenderlo a muerte”, expresó Vargas, un exBoca, luego del partido.
El resumen del partido