Acevedo sacó la primera ventaja para el Rojo, pero Bou y Ortega pusieron el 2-1 para el Millonario en la etapa inicial. En el segundo tiempo, el equipo de Astrada no lo definió y Piatti cambió el partido desde su ingreso con dos goles. El título en Salta fue para los de Gallego.
El conjunto de Avellaneda trató de manejar la pelota con prolijidad en los primeros minutos, pero jamás logró hacerse dueño del partido ante un rival concentrado y muy metedor. Por eso, los primeros minutos se hicieron realmente muy trabados, con imprecisiones y sin situaciones de peligro sobre los arcos.
Recién a los 16 se produjo la primera: Ortega puso un exquisito centro y Ríos no pudo tocar al gol ante la salida de Hilario, quien recibió un fuerte golpe y debió dejarle su lugar al juvenil Rodríguez. Un par de minutos más tarde, Mauro Díaz sintió una molestia en el aductor izquierdo y fue reemplazado por Bou.
Justamente, el delantero millonario se transformó en uno de los jugadores clave gracias a su movilidad. A los 25, se escapó por la derecha, mandó en centro al segundo palo y Fredes llegó con lo justo para evitar el cabezazo de Rojas, de poca participación. Pero en la siguiente, cuando River empezaba a mostrar algo más, Acevedo se acomodó en la puerta del área grande y clavó un potente zapatazo contra el poste derecho de Ojeda.
Sin embargo, a los 27, Ortega ejecutó al arco un tiro libre desde 30 metros, el arquero dio rebote tras un pique que lo complicó mucho y Bou, atento, la empujó para decretar el empate. Ante la falta de ideas, los tiros de larga distancia, con esta rapidísima pelota, abrieron en encuentro. A los 29, Acevedo probó otra vez, Ojeda la soltó y Matheu no logró marcar.
El Millonario era un poco más: Ortega complicaba con sus desequilibrantes participaciones, Bou estaba picante y el medio sostenía sin problemas a un Independiente inactivo, con un Rodríguez estático, un Gandín inquieto pero individualista y un Fredes impreciso. Lo mejorcito lo aportaron Avecedo y Busse, con mucho ida y vuelta. Por eso, a los 42, Bou se escapó por la izquierda y la tiró al segundo palo, donde Ortega la empujó de cabeza para el 2-1.
El equipo de Astrada terminó mejor y comenzó de la misma manera el complemento, otra vez con el dominio de la pelota y aprovechando los errores defensivos de Independiente, fallos muy parecidos a los que se reiteraban en el inicio del ciclo de Gallego, con jugadores desatentos a la hora de salir y marcando en línea. A los 7, Ortega encaró al uno y le fusiló las manos y a los 12, el Burro la puso adentro y Bou se perdió un gol increíble abajo del arco. También lo tuvo Lamela, quien encaró con una marca encima y definió afuera.
Pero el encuentro tuvo un quiebre, el ingreso de Piatti. El mediocampista, que en Apertura consiguió varios goles y fue clave para el Rojo, entró y, a los 17, puso el 2-2 frente a Ojeda tras un centro pasado y un error del juvenil Villarreal. Cuatro más tarde, el también ingresado Núñez puso un excelente pase entre líneas y Piatti, otra vez mano a mano, decretó el sorpresivo 3-2. River lo tenía, pero lo dejó escapar.
A partir de ese momento, ya sin Ortega en la cancha, Independiente encontró lo mejor de su repertorio: toques de primera, paredes, lujos y más llegadas para ampliar la diferencia. Federico González desperdició una chance muy clara ante Ojeda, tras una asistencia de Piatti, y Gandín pateó mal a dos metros del arco luego de una muy buena maniobra colectiva. Pese a este dominio, el Rojo siguió padeciendo alguna que otra desatención atrás, aunque el Millonario no logró aprovecharlas. En definitiva, el conjunto de Gallego dio vuelta el resultado y le quitó la copa de verano a Racing.