Mucho se ha hablado del absentismo de los trabajadores, un fenómeno que se ha reducido a causa de la crisis económica y del miedo a perder el puesto de trabajo. Sin embargo, hay otro tipo de absentismo que no aparece en las estadísticas y es igual de dañino: el presentismo. En este caso, el trabajador acude a su puesto y cumple con su horario de trabajo, pero dedica una parte importante de su horario laboral a realizar otras tareas del ámbito personal y que no tienen relación directa con su trabajo. En algunos casos, incluso se utilizan recursos de la empresa para tales fines. Pero, ¿cómo detectar este tipo de comportamientos? Esté atento y analice las siguientes acciones:
- ¿Qué hacen? Observe comportamientos como la realización de llamadas telefónicas personales excesivas, demorar la pausa para el bocadillo, emplear demasiado tiempo en la máquina del café, la lectura de prensa y periódicos online cuando las funciones no tienen relación con ello, el uso del correo electrónico personal, las redes sociales o navegar por internet y los comentarios y charlas que pueden distraer al resto del personal.
- ¿Por qué? Las causas de esta actitud no siempre deben atribuirse al trabajador. Los motivos pueden ser varios: que el trabajador está infrautilizado y le sobra tiempo para realizar las tareas encomendadas por la empresa, que el empleado ya no se siente vinculado a la empresa y está interesado en cambiar de trabajo porque busca nuevos retos que no encuentra en su puesto o porque está desmotivado. Tenga en cuenta que también es posible que su trabajador esté pasando por un mal momento personal (fallecimiento de una persona cercana, separación, etc.).
- ¿Qué puede hacer usted? Es conveniente poner coto a este tipo de comportamientos porque pueden ser una tentación para que otros trabajadores se comporten de la misma manera y, al final, reducir la productividad global de su plantilla. Plantéese si es posible plantear nuevos desafíos a su empleado (cuando se trata de un caso de desmotivación), encomendarle nuevas funciones, sancionar a los empleados que abusan de las pausas para evitar que se convierta en un comportamiento tolerado…
Lo más recomendable es analizar caso por caso las causas del presentismo (si son o no imputables al trabajador, si se deben a una situación puntual o es algo endémico y continuado, si el presentismo es en un trabajador o, por ejemplo, es habitual en varios empleados de un mismo departamento…) y dejar claras las normas del lugar de trabajo desde un principio para que sus empleados conozcan con la mayor concreción lo que se espera de ellos (y lo que no) durante su horario de trabajo.
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