Rápida reacción a una pachanga y nula a una crisis. El mandatario acudió en compañía de sus esposa momentos después del evento, donde le regaló una computadora para sus estudios y acaparo los reflectores de la prensa.
Evitó responder a las preguntas sobre crisis de seguridad y abasto de gasolina; finalmente trató de minizarlo. Lo irónico es que la Joya y alrededores también se sufre un desabasto de gasolina.
Lamentable su capacidad de gestión y conciencia.