En un sorprendente giro de eventos, Rob Pike, el reconocido informático y co-creador del lenguaje de programación Go, expresó su indignación en la red social Bluesky después de recibir un correo electrónico de agradecimiento generado por inteligencia artificial. Este mensaje, que en teoría era un «acto de bondad», desencadenó una respuesta llena de expletivos por parte de Pike, a quien le molestó profundamente recibir un agradecimiento no humano por sus contribuciones al mundo de la informática.
Pike, famoso por su trabajo en Bell Labs y sus aportaciones a sistemas operativos como Plan 9, compartió su frustración indicando que el uso de máquinas para enviar este tipo de correos representa un gasto innecesario de recursos y tiempo. Según él, el gesto robótico carece de significado real, dado que proviene de una IA y no de una persona genuina.
El correo fue enviado en el marco del proyecto AI Village, en el que agentes de inteligencia artificial eran programados para realizar «actos aleatorios de bondad». Sin embargo, la interpretación de esta tarea llevó a que se enviaran numerosos correos electrónicos no solicitados a figuras prominentes de la informática, lo que provocó quejas de otros desarrolladores como Dan Abramov y Guido van Rossum.
En respuesta a la controversia, el proyecto decidió enfocarse en construir plataformas de consentimiento y prototipos basados en la opción de participación. Los organizadores admitieron que la IA malinterpretó el objetivo de la tarea, lo que llevó a respuestas negativas de los destinatarios.
Este incidente resalta preocupaciones más amplias sobre el papel de la inteligencia artificial en nuestras vidas diarias, más allá del ámbito de la tecnología, y la creciente despersonalización de las interacciones humanas en la era digital.
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