La izquierda minoritaria esperaba que por fin se hiciera una condena explícita del ilegal golpe militar del 18 de julio y del franquismo. Pero el presidente Bono decidió pasarlo por alto refugiándose en un texto que Azaña pronunció como presidente de la República, el célebre discurso en el que Manuel Azaña pedía "paz, piedad y perdón". Intervención la de Bono que ha indignado a las víctimas del franquismo.
Es más cuando al finalizar su discurso, un hombre que estaba sentado en la tribuna de invitados se ha puesto en pie y ha exhibido una fotografía de una víctima de la Guerra Civil con la leyenda: “Asesinado el 16 de septiembre de 1936. 75 años sin justicia”, el señor Bono, con los tonos dictatoriales que le caracterizan ha conminado a este invitado y a su acompañante a que se abstuviesen de más manifestaciones y se sentasen, con amenaza de expulsarles de la sala.
Además por si esto ya fuera poco, terminada la indigna intervención del indigno Bono, el pleno de ese Congreso cada vez más escorado a la derecha extremada, rechazó la reforma de la Ley de Amnistía de 1977 con la que el partido BNG pretendía que los crímenes del franquismo fueran declarados imprescriptibles y considerados delitos de lesa humanidad.
Todos votaron en contra de esta iniciativa, excepto IU, ICV y ERC. Por supuesto de los supuestos, Psoe y PP votaron en contra.
Espero que esto no se les olvide a nadie a la hora de las próximas elecciones, porque no se puede apoyar a ningún partido que rechaza hacer justicia a las víctimas del franquismo. Por lo menos, deberíamos ser coherentes.