Inestabilidad

Publicado el 08 febrero 2016 por Javier Marcos Angulo @clamorsegovia
Quedo perplejo, cuando la vicesecretaria de Estudios y Programas, Andrea Levy del Partido Popular, dice:

"Rajoy y su gobierno no han tenido ninguna sombra de la corrupción en estos cuatro años".

Perplejo es poco, el término perplejo, es muy suave para decir lo que realmente pienso. Hace falta tener cara dura, como poco, para que, con toda tranquilidad, decir que su partido no está hasta arriba y algo más de corrupción, y no me vale que digan que otros partidos también tienen corrupción.
Estamos hablando de un partido en que su presidente, que ahora es presidente en funciones del Gobierno de España, no ha respondido nunca a todas las preguntas que se le han formulado por activa y por pasiva, a lo largo de estos últimos cuatro años de la anterior legislatura.
Por mucho que diga el presidente del Partido Popular, que ellos han apartado a las ovejas negras de su formación, no es de recibo, ya que ahora el Partido Popular, como institución está imputado o investigado.
Cuando se destapó abiertamente la supuesta financiación ilegal del Partido Popular, el ahora presidente en funciones del Gobierno de España y candidato a presidente de las últimas elecciones por su partido, Mariano Rajoy Brey se empeñó, como si fuera un marchamo de la verdad absoluta y única, que serán ellos, como partido más votado a los que les corresponde formar Gobierno.
Pero Rajoy se olvida que ahora es presidente en funciones, esto es, ya no es el presidente del Gobierno de España y eso significa que, en las decisiones importantes, tiene que consultar con las otras formaciones, puesto que la XI Legislatura se constituyó el pasado día 13 de enero de 2016.
El Partido Popular arremete con todo el mundo político representado actualmente en el Parlamento, amenazando a todo el que no piensa como ellos.
Entre otras cosas, arguyen que España necesita un Gobierno estable. ¿Y qué es un Gobierno estable? ¿Lo que conviene a lo que representan las empresas que componen el Ibex 35? ¿A que siga el entramado de corruptos y corruptores, sin que se les pueda meter mano? 
¿Es que los ciudadanos, inmersos en una brutal desigualdad, no cuentan para nada? ¿Es que tenemos que esperar a que los jueces resuelvan todas las tramas de corrupción para que seamos estables?
Todas esas preguntas que hago y alguna más, a eso, parece ser, se llama inestabilidad.