Infantería alemana en acción 30/06/1941

Por Lupulox

La infantería: Reina de todas las armas.

Camaradas,

Los soldados de infantería constituyen la columna vertebral de la Werhmacht. A pesar de que el avance de las unidades blindadas, mecanizadas y motorizadas resulte mucho más espectacular y publicitado por su condición de puntas de lanza, lo cierto es que el mayor peso de todas las campañas militares que han llevado a cabo las Fuerzas Armadas de nuestras Führer reposa sobre los hombros de los soldados de infantería. En efecto, son ellos quienes mantienen la estabilidad de las líneas, quienes sostienen los flancos del frente de ruptura a medida que los Panzer explotan las brechas horadadas en las posiciones enemigas y quienes, en último término, reducen y desalojan de sus posiciones a las unidades enemigas que, aunque cercadas y rebasadas en cientos de kilómetros, se obstinan en combatir.


Soldados de la Wehrmacht, impasibles al desaliento.

La infantería alemana es paradigma de disciplina, valor, honor y sentido del deber. Con una tradición militar que se remonta a varias generaciones y que combina magistralmente la experiencia y la juventud, mediante sus logros ha sabido granjearse el reconocimiento de todo el mundo, incluidos sus enemigos. De ese modo, a día de hoy, no hay nadie que dude en reconocer en el soldado alemán al mejor combatiente del mundo. Su capacidad para el sacrificio es inmensa y en esto, la concepción Nacionalsocialista resulta fundamental, pues proporciona cohesión y sustento ideologíco a la tropa, que se sabe identificar con el Reich, con su Führer y con su misión salvadora del Pueblo Alemán. Los soldados alemanes no son ya meros individuos, sino que, juntos, todos y cada uno de ellos conforman una sagrada unidad que se debe al ideal de la Gran Alemania, epítome de la civilización europea, occidental y cristiana, y por la que está dispuesto a entregarlo todo.

Las malas condiciones de las carreteras rusas dificultan el avance de la infantería, que de vez en cuando ha de empujar su artillería y vehículos como si de animales de carga se tratasen.
Son días de verano en la Unión Soviética. El calor extremo seca los cursos de agua y; aunque en primera instancia esto facilite los vados al avance de la infantería alemana, la sed, las moscas y los mosquitos atormentan a hombres y caballos. Con sus ejércitos convertidos en sombras de lo que una vez fueron fuerzas combativas efectivas, los soldados del Ejército Rojo se sumergen en los espesos bosques. La tierra arenosa retrasa el avance alemán; mover una sola pieza de artillería a menudo requiere de 12 a 16 caballos. Los carromatos panje rusos requisados y los tractores de granja soviéticos capturados empleados como transporte de artillería, se vienen a sumar al astroso aspecto, similar a una caravana gitana, de las columnas. Después de tres días de avance muchas de las unidades a la zaga de los Panzer en cabeza todavía habían de cruzar la antigua frontera y, a pesar de sus esfuerzos, las piernas no corren tanto como las orugas y las ruedas, por lo el hueco entre ellas y las fulgurantes divisiones Panzer se amplía cada día.


Columna de infantería alemana con carros y caballos.
 

El avance a través de los estados bálticos.

Mientras el 4º Grupo Panzer de Hoepner avanzaba hacia el Divna, las divisiones de infantería del 16º y del 18º Ejército han estado horadando con sus botas los estados bálticos. El 24 de junio, elementos de la 291ª División de Infantería del 18º Ejército Alemán llegó cerca de Liepaja, hábilmente defendida por la 67ª División de Fusileros Soviética. Mientras tanto, la 11ª División de Infantería Alemana combatió sobre trincheras y fortificaciones que se remontaban al periodo 1915-17, hasta que el 26 de junio cayó Siauliai.


La ofensiva del Grupo de Ejércitos Norte desde el Barbarossatag hasta hoy.

La ciudad de Ventspils pronto izó la bandera blanca y la 61ª División de Infantería, a la que el Destino tiene guardadas grandes proezas, ha cruzado en el día de hoy el Río Divna y se dirige hacia Riga. Los hombres de von Kuchler han cubierto más de 150 millas en diez días. Para evitar marchar durante las peores horas de calor, von Kuchler ha limitado los movimientos de su unidad al periodo de 03:00 a 08:00 de la mañana y de 18:00 a 22:00 de la noche. En estos momentos, rodeado por tres flancos por el 4º Grupo Panzer y el 18º Ejército, el 8º Ejército Soviético se enfrenta a la destrucción.

Un avión Storch, ojo del mando alemán, proyecta su sombra sobre una columna de infantería en plena marcha.

Mientras tanto, el 16º Ejército ha tratado de mantenerse lo más cerca posible de Hoepner, cubrir el flanco oriental de von Leeb y mantener el contacto con el Grupo de Ejércitos Centro. Dos días después de Barbarossatag, su 121ª División de Infantería alcanzó la ciudad fortaleza de Kaunas, capital de Lituania y Cuartel General del 11º Ejército Soviético. Los defensores del Ejército Rojo habían destruido todos los puentes sobre los ríos Neman y Neris, pero los ingenieros del X Cuerpo de Ejército Alemán los reconstruyeron para el 25 de junio. Los soviéticos desataron violentos contraataques el 26 y los hombres del General Busch emplearon todas las armas de infantería a su disposición además de cañones de asalto y “activistas” lituanos para mantener su cabeza de puente.

La Wehrmacht libera Kaunas, capital de Lituania.

Adelante y adelante, de manera inexorable la infantería alemana marcha hacia el este.

El 16º Ejército no ha dejado de aflojar el ritmo de su persecución bajo el calor y el polvo, interrumpidos tan sólo por alguna esporádica lluvia de verano. La marcha es ardua, pero la moral se mantiene elevada. Las fuerzas especiales de Brandenburgers han logrado capturar 24 puentes intactos en todo el sector del ejército. Durante las batallas fronterizas, el Frente Norte-Oeste del General Kuznetsov ha perdido 1.444 tanques, casi 4.000 cañones, 90.000 hombres muertos y 35.000 capturados.

Infantería alemana hacia delante y prisioneros soviéticos hacia la retaguardia.

La desgracia de Kuznetsov alcanzó su punto álgido ayer, 29 de junio, cuando la Stavka le ordenó defender la Línea Stalin, pero tan sólo unas horas después resultó evidente que el avance de la Wehrmacht había deshecho todos los propósitos en ese sentido. Furioso, Stalin ha relevado hoy mismo del mando a Kuznetsov y a su oficial político por haber “fracasado en organizar un frente estable.” Stalin ha barajado sus cartas y ascendido a Sobennikov para sustituir a Kuznetsov al mando del Frente Norte-Oeste y seleccionado al General Ivanov para asumir el cargo de Sobennikov al frente del 8º Ejército. Además, Stalin ha elegido a un nuevo y más enérgico Jefe de Estado Mayor para el Frente Norte-Oeste con la tarea de controlar la situación a cualquier precio y detener a la Wehrmacht: el General Nikolai Vatutin.  El fracaso de Kuznetsov ha salpicado al Frente Oeste y a Bielorrusia, que Stalin da por perdida.  Yeremenko ha llegado hoy también al Frente Oeste para sustituir a Pavlov, a quien Stalin ha ordenado ejecutar para que todos los comandantes "sepan que el comportamiento derrotista será castigado sin clemencia."


Infantería alemana atraviesa una aldea soviética.
La conquista de la fortaleza de Brest.

La ofensiva del Grupo de Ejércitos Centro desde el Barbarossatag hasta hoy.  Brest queda situada junto a la frontera.
Después de nueve días de intensos combates, la fortaleza de Brest ha caído finalmente en manos alemanas. El objetivo estratégico se ha cumplido, pero ha supuesto un considerable retraso y numerosas pérdidas a la infantería alemana.

La infantería alemana irrumpe en la fortaleza de Brest.
La fortaleza situada en Brest-Litovsk, sobre la misma frontera, se convirtió el primer escenario de combate entre las fuerzas soviéticas y las alemanas cuando se desató la Operación Barbarroja el 22 de junio. Brest y su fortaleza han sido bombardeadas y cañoneadas sin descanso por parte de la Wehrmacht. El bombardeo inicial cogió desprevenida a la guarnición soviética, causando muchas bajas en material y personal. El primer asalto alemán se produjo media hora después del comienzo del bombardeo y los defensores soviéticos fueron incapaces de formar un frente sólido y en su lugar se dedicaron a defender puntos fuertes aislados – el más importante de los cuales era la propia fortaleza. Algunos soldados soviéticos lograron escapar de la fortaleza, pero la mayoria quedó encerrada en su interior. A pesar del elemento sorpresa, los ulteriores intentos de conquistar la fortaleza con rapidez se vieron frustrados, obligando a la infantería alemana a plantar un prolongado asedio.

Asalto sobre Brest el 22 de junio.  Los defensores soviéticos pertenecen a la 6ª  y 42ª División de Fusileros, al 17º Destacamento de Guardias Fronterizos además de otras unidades de ingenieros, antitanques, antiaéreos y apoyo diverso.  En total, entre 7.000 y 8.000 hombres.  Por parte alemana, la 45ª División de Infantería de Ostmark (Austria) proporciona el grueso de los atacantes, con los Regimientos de Infantería 130 y 135.  El apoyo con que cuentan es de 12 baterías de artillería, el 4º Regimiento Nebelwerfer, morteros de 210 mm y dos cañones de asedio de 600 mm Karl que disparan proyectiles de más de dos toneladas.
A pesar de que los soldados soviéticos durante las primeras horas de batalla quedaron conmocionados por el ataque sorpresa de la Wehrmacht, de andar escasos de suministros y aislados del mundo exterior, han aguantado mucho más de lo esperado. Los alemanes han desplegado contra ellos varios grandes cañones, morteros lanzacohetes Nebelwerfer de 15 cm, recurrido a gases lacrimógenos y lanzallamas, pero no han logrado vencer la resistencia soviética. Los civiles en el interior de la fortaleza han cuidado de los heridos, recargado los discos y cinturones de ametralladora con cartuchos e incluso empleado rifles para ayudar en la defensa. Los niños han traido munición y víveres de depósitos de suministros medio destruidos, buscado armas y observado los movimientos de los alemanes.


La formidable fortaleza de Brest, construida entre 1833 y 1842 en la confluencia de los ríos Bug y Mukhavets.  Sus fortificaciones fueron mejoradas en 1878-1780 y de nuevo en 1911-1914.  La fortaleza se apoya en cuatro islas.  El Tratado de Riga de 1921 concedió Brest al nuevo estado independiente de Polonia, pero el Ejército Rojo la ocupó el 22 de septiembre de 1939.  Las tropas alemanas al mando de Guderian la habían capturado cinco días antes, pero tuvieron que entregarla a los soviéticos de acuerdo con los términos del Pacto Molotov-Ribbentrop.  La ciudad y la fortaleza han vuelto a interponerse ahora en 1941 en el camino de Guderian.

El 24 de junio, con algunas partes de la fortaleza en manos alemanas, las restantes tropas soviéticas han sido capaces de enlazar y coordinar sus acciones bajo el mando del Comandante Ivan Zubachov y el Comisario Político Yefim Fomin. El 26 de junio, las fuerzas soviéticas intentaron escapar del cerco pero fueron repelidas por la Wehrmacht que les inflingió graves pérdidas. El 27 de junio, los alemanes comenzaron a hacer uso de artillería de 540 milímetros que lanzaban proyectiles de 1,25 toneladas y dos cañones Karl-Gerät de 600 milímetros que disparaban proyectiles de más de dos toneladas, capaces de perforar el hormigón. Las bombas de 600 milímetros formaban cráteres de 30 metros de ancho y causaban terribles heridas a los defensores, incluyendo desgarros pulmonares a los defensores escondidos en las catacumbas de la fortaleza como resultado de la fuerza expansiva de las explosiones. Entre ayer y hoy, la infantería alemana desató un gran asalto que consiguió penetrar en las profundidades de la fortaleza y tuvo como consecuencia la captura de Zubachov y Fumin. Este último fue ejecutado in situ.


Un soldado bolchevique se rinde en la ciudadela de Brest.
Finalmente, hoy, los soldados soviéticos han recibido la orden de retirarse. Brest ha caído finalmente en manos alemanas, salvo algunos últimos reductos de resistencia. 7.000 prisioneros soviéticos, incluyendo 100 oficiales, han caído en nuestras manos a costa de 482 alemanes muertos, incluidos 32 oficiales, y más de 1.000 heridos.

Es lebe unsere Infanterie!Sieg Heil!