Comer es uno de los placeres de la vida. Puede llegar a considerarse incluso un evento social que permite compartir momentos maravillosos con la gente que amamos.
Pero, qué pasa cuando comenzamos a sufrir molestias por ingerir algunos alimentos?.
Posiblemente notes que algunos alimentos te generan efectos negativos y no sabes a que se deben!
Son muchas las personas que, eventualmente, pueden comenzar a sentir malestar con el consumo de cierto grupo de alimentos. Esto se debe a que su consumo provoca síntomas como los dolores de cabeza, irritación cutánea, problemas estomacales, entre otros.
¿Pero, cuáles son las causas de los trastornos digestivos?
La digestión es un proceso metabólico que convierte los alimentos que ingerimos en sustancias que absorbe nuestro cuerpo y que son absolutamente necesarias para nuestra vida.
Gracias a ella, los productos comestibles se descomponen en partículas minúsculas que el cuerpo es capaz de asimilar y de utilizar como fuente de energía y como materia estructural para las células.
En la digestión participan varios órganos y partes del cuerpo y los trastornos digestivos ocurren debido a problemas en el procesamiento y la eliminación de la comida.
Los problemas en la digestión se deben a varios factores. Algunos de estos son la baja producción de ciertas enzimas digestivas, las lesiones en la pared intestinal o la deficiencia de mucosa y la influencia de cierta clase de citoquinas en el aparato digestivo.
Principales problemas digestivos relacionados con la alimentación
El organismo de algunos individuos reacciona de forma negativa al entrar en contacto con ciertos grupos alimenticios. Estas molestias o respuesta adversa por parte del organismo puede deberse a una intolerancia alimentaria, a una alergia o a un caso de inflamación alimentaria.
Los especialistas han identificado dos agentes principales causantes de intolerancia alimentaria: la lactosa y el gluten.
La primera es el resultado de una deficiencia en la producción de la enzima lactasa al interior del intestino delgado. Respecto a la intolerancia al gluten, los motivos no están bien definidos. Hasta ahora, solo se sabe que hay personas cuyo sistema digestivo tiene serios problemas para asimilar este compuesto.
Una alergia alimentaria se produce cuando el sistema inmunitario reacciona de forma desfavorable al detectar la presencia de ciertos alimentos, ocasionando daño al organismo que debería proteger. Las alergias más agudas pueden ocasionar presión arterial baja, obstrucción de las vías respiratorias, incluso un shock anafiláctico.
Sin embargo, si bien es cierto que existen alimentos que pueden provocar malestares en determinadas personas, eso no significa necesariamente que sean intolerantes a esos alimentos que afectan negativamente a su organismo.
Algunas reacciones de inflamación alimentaria pueden ser incorrectamente consideradas como intolerancia alimentaria pues la similitud de síntomas tiende a generar confusión.
Y es precisamente aquí donde entra en juego el concepto de inflamación alimentaria, el verdadero problema que muchas personas padecen.
“Según los datos de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) el 20% de la población española tiene alguna reacción adversa a algún tipo de alimento. Y en la mayoría de los casos estas reacciones se deben a la inflamación alimentaria.”
¿Entonces, qué es inflamación alimentaria?
La inflamación alimentaria se trata de un estado del organismo en el que la persona ha superado el umbral de tolerancia a ciertos grupos de alimentos, esto provoca que el cuerpo reaccione de muy diferentes maneras, una de ellas a través de problemas digestivos de diferente índole.
Cuando la persona se encuentra inflamada se presentan unos niveles altos de las citoquinas inflamatorias BAFF y/o PAF pero al contrario que en el caso de las intolerancias o alergias, el paciente puede recuperar la tolerancia a aquellos grupos alimenticios que le estén causando molestias reeducando a su organismo.
Este problema es especialmente importante si sufrimos otros problemas como trastornos digestivos, artritis o dolores recurrentes, dermatitis, problemas de circulación, migrañas, control de peso, hipertensión arterial o trastornos del ánimo. En estos casos, la inflamación alimentaria puede empeorar aún más el problema.
Principales síntomas de la inflamación alimentaria
Entre los problemas más habituales que nos provoca la inflamación alimentaria se encuentran:
- Dolores de estómago
- Malas digestiones
- Dolores de cabeza
- Picores
- Molestias en la piel
- Aumento de peso
- Colitis
- Cansancio
¿Qué alimentos pueden causar inflamación alimentaria?
Existen 6 grandes grupos de alimentos que nos pueden ocasionar inflamación:
- Trigo. Entre estos alimentos se encuentran diferentes tipos de harinas, pan rallado, pastas.
- Levaduras. Se incluyen alimentos como el pan, productos de cereales, cerveza
- Leche y sus derivados.
- Alimentos ricos en níquel. En este grupo se encuentra los mariscos, tomates, guisantes, puerros.
La inflamación alimentaria es reversible?
Hasta el momento se pensaba que ser sensible a la alimentación era un estado irreversible y que la persona que desarrollaba esa sensibilidad debía eliminar los alimentos perjudiciales de su dieta para que estos le dejasen de hacer daño.
Sin embargo, tras más de 20.000 tests realizados por equipos de especialistas dedicados a la investigación sobe la inflamación alimentaria, se ha confirmado que afortunadamente la inflamación alimentaria es reversible y puede solucionarse fácilmente con una dieta saludable y variada.
De allí que el tratamiento más efectivo en la inflamación alimentaria, no es aquel que se centra en eliminar esos ingredientes por completo de la dieta, sino aquel que busca introducirlos en la alimentación de forma gradual con el fin de conseguir que el organismo pueda llegar a tolerarlos de manera progresiva.
Esto no significa que el paciente deba excluir esos alimentos de su dieta, pues este estado de sensibilidad se puede revertir y conseguir que la persona recupere la tolerancia eliminando los síntomas negativos.
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