Las Oficinas de Información Juvenil en Euskadi, reconocidas oficialmente en 1993, proporcionan a los jóvenes de entre 18 y 30 años una información y ateción personalizada sobre cualquier tema de interés.
En el dossier “20 años de información juvenil en España. Apuntes de una historia de los CIJ”, su autor Gabriel Navarro realiza un breve recorrido por la historia de la información juvenil en España desde el franquismo hasta la actualidad. Las Oficinas de Juventud nacidas en los años setenta suministraban una información centralizada y filtrada conforme a los criterios del régimen. Con la llegada de la transición democrática, explica Gabriel Navarro, el primer centro de información juvenil fue el barcelonés SIPAJ, creado en 1975, de carácter asociativo, al que siguieron los municipales de Murcia y Zaragoza y que, con la extensión de los ayuntamientos democráticos, se fueron multiplicando por toda la geografía peninsular. En muy poco tiempo se dio un fuerte impulso, ejercido desde las administraciones públicas, locales y autonómicas, justificado sobre la base de un doble discurso, de acuerdo a las palabras de Joaquim Coll, experto en políticas de juventud, y Olga Madrid, técnica de la Oficina del Plan Joven de la Diputación de Barcelona. “En primer lugar, se afirmaba que la información había de posibilitar la optimización de los recursos y los servicios existentes, lo que permitiría a los jóvenes un mejor conocimiento de la realidad social. Y, en segundo lugar, se apostaba porque la información contribuyera a hacer efectiva la igualdad de oportunidades de los jóvenes con menos recursos económicos y culturales”, explican ambos autores en el artículo “Los servicios de Información Juvenil en la sociedad del conocimiento”. Se pretendía incorporar a los jóvenes a la sociedad, en un momento en el que las problemáticas como el fracaso escolar, el paro juvenil, el consumo destructivo de drogas y la delincuencia hacían crecer la sensación de que una parte muy considerable del colectivo juvenil corría el riesgo de ser excluida socialmente. Con la llegada de la democracia, los derechos humanos y las libertades fundamentales, se reconoció implícitamente el derecho de los jóvenes a disponer de una información completa y fiable sobre las inquietudes generadas en esta etapa de la vida. En los últimos tiempos, la sociedad española está experimentando transformaciones sustanciales que afectan a los procesos de socialización de los ciudadanos en general y, en algunos casos con mayor énfasis, de los jóvenes en particular. Los cambios que se observan en este último colectivo inciden tanto en la evolución de los contingentes juveniles como en sus ocupaciones, sus recursos y sus necesidades. En una sociedad cada vez más compleja, la información y el asesoramiento a los jóvenes juegan, más que nunca, un papel esencial en la transición de éstos hacia una vida adulta y autónoma. Favorecen su desarrollo personal y profesional, así como su participación en la sociedad como ciudadanos responsables. ¿Qué significa información juvenil? Actualmente, la información juvenil es una línea básica de actuación que cruza transversalmente las políticas de juventud y cuya máxima finalidad es la de facilitar a los jóvenes el acceso a la autonomía personal. Se trata de un servicio especializado que informa, orienta y asesora a la juventud en todas sus necesidades, basándose en dos criterios fundamentales: la singularidad de la información dirigida a los jóvenes, tanto en contenidos y temas específicos como en formatos y presentaciones, y la diversidad del colectivo juvenil y, por tanto, el amplio abanico de demandas que se deben satisfacer teniendo en cuenta variables como el origen social o cultural y, muy especialmente, la franja de edad.