En estos momentos de crisis económica estamos acostumbrados a ver en las televisiones, escuchar en la radio o leer continuamente en la prensa noticias de tipo económico. Sin ninguna duda, este bombardeo constante de noticias es un buen caldo de cultivo para la información y la desinformación económica.
Y a la información y desinformación me quiero referir; a todos nos suena, por ejemplo, una noticia del tipo“el paro ha bajado” durante el mes de julio, que es precisamente el mes donde se notan las nuevas contrataciones de trabajadores por la temporada de verano; en este caso la desinformación es precisamente vender como un gran triunfo económico una situación que es totalmente coyuntural.
Otro ejemplo puede ser, por ejemplo, la publicación del cálculo del índice de precios al consumo, o IPC, que es el indicador que nos dice si los precios están subiendo menos o más. ¿Sabéis que este cálculo se hace calculando la variación de los precios de una serie de bienes escogidos, o cesta de bienes, de un periodo a otro? Se trata de un estudio estadístico donde se escoge una muestra del total de los bienes posibles a la economía y, estudiando su variación de precios, se deduce el comportamiento global. Todos creemos que el dato que se publica es el correcto, ahora bien, ¿nadie se pregunta con qué o qué criterios se escogen los bienes estudiados? Por ejemplo, escogiendo bienes que han subido mucho precio podríamos hacer subir el IPC y al revés si escogemos los que han subido menos.
En los últimos tiempos nos encontramos continuamente con mensajes positivos respeto la salida de la crisis, como puede ser hace unos meses la noticia de la subida del Producto Interior Bruto (PIB) del 0,01%, subida tan exigua que, volviendo a la estadística, no es representativa; ¿nos hemos preguntado lo por qué de tantos mensajes positivos además de los innegables réditos políticos? Os daré mi opinión que puede ser tan buena como cualquiera, se está luchando contra unos de los componentes de la crisis, un componente psicológico, las EXPECTATIVAS.
Las expectativas son aquello que hacía que, por ejemplo, a alguien le pareciera entes de la crisis aceptable pagar por una vivienda 300.000 euros cuando hoy seguro que no pagaría por ella ni la mitad o bien que este alguien pidiera tranquilamente entonces un préstamo para comprarse un coche y hoy no lo haga o se lo piense más; lo hacía antes de que empezara el escenario económico actual porque tenía la expectativa de no perder nunca su empleo y de que el valor de la vivienda comprada se mantendría o subiría.
Y, claramente, este componente psicológico es una parte importante de la crisis; es el que hace que una persona consuma o bien decida no hacerlo. Si miramos las noticias de hace un año, éstas eran tan malas que no hacían sino alimentarla. Qué noticias tenemos ahora? Pues que la Prima de Riesgo ha bajado (dato innegable aunque continúe siendo alta), que el PIB ha subido varios trimestres consecutivos y esto quiere decir que estamos remontando (aunque también podría querer decir que ya hemos tocado fondos, que no es el mismo) y otros muchos ejemplos. Presentando lasnoticias de manera positiva se pretende influir en el estado de ánimo y así acortar el tiempo de recuperación, al menos en teoría.
Por lo tanto, sea como fuere, cada cosa en su sitio, ojalá esta crisis pase pronto y hayamos aprendido de los errores pasados para prevenir los errores futuros. Si bien ya sabemos aquello de que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, no?