Ella está desnuda, se siente frágil y vulnerable.
Él mete la mano en su vagina a pesar de que ella le pide que no lo haga.
Él no la escucha. Sigue su ritmo mientras ella grita. Le duele.
Ella le exige que no la toque, que la deje en paz. Que saque la mano de su vagina. Se lo suplica.
El no la escucha y le ordena que se calle.Luego viene otro y hace lo mismo. Y otro...
Terminan. La dejan sola. Llora.
No es una violación. Está de parto.
¿No es una violación?(fragmento de "la que no se ve" - C. Pariente)
Escribí este texto para la defensa de mi TF en la Escuela Nacional de Sanidad. Aunque todas las personas inscritas en el curso tenían un trabajo relacionado con temas de género, prácticamente nadie había escuchado hablar del término Violencia Obstétrica... Y esto, tristemente es lo habitual.
Esto crea un precedente tan funesto que no me explico cómo no es noticia nacional y cómo no están las asociaciones feministas a pie de guerra. El mensaje es claro y es para todas: Ni nosotras ni nuestras hijas somos libres. Nuestros cuerpos no nos pertenecen... y mucho cuidado con ir de listas que nos vamos a enterar... Querida hermana. Lloro contigo y te abrazo. Ojalá este mensaje te llegue. Entiendo que en este momento no quieras saber nada de nada... que sientas que quieres olvidar esta pesadilla. Me imagino la escena y no puedo más que indignarme. Quisiera poder hacer algo y que todas podamos gritar contigo ante esta injusticia. Esto que te han hecho, inadmisible, bochornoso, falto de toda ética y casi me atrevería a decir, ilegal, no te lo han hecho solo a ti. Nos lo han hecho a todas. Es una violación.