Informe realizado in situ en el país francés en Agosto de 2012. En Masby queremos divulgar cómo los franceses conviven en paz con sus distintas culturas regionales sin erosionar la unidad nacional. Queremos demostrar a los ciudadanos españoles, periodistas y políticos, que hay otras formas de gestionar la política nacional distintas a las que nos han “vendido” en España durante los últimos 30 años. Unas formas y normas francesas que son totalmente compatibles con nuestra Constitución. Educación – Todos los estudiantes franceses siguen exactamente el mismo currículo educativo en todo el territorio francés. Un estudiante de la Bretaña francesa, por ejemplo, puede trasladarse a mitad de curso a cualquier Departamento (región) francés sin ver alterado su plan de estudios. La educación no es endogámica y no se usa como arma política ni de adoctrinamiento. Los temas y las materias son las mismas en cualquier punto de Francia. Los Topónimos – Se estudian, publican y difunden en toda Francia exclusivamente en francés. Los franceses, siendo muy respetuosos con las culturas locales, admiten la rotulación en las carreteras de topónimos en lengua local (alsaciano, bretón, vasco, franco-provenzal, occitano, gascón, corso, catalán, y neerlandés) en sus respectivos departamentos, siempre en tamaño más pequeña para que no lleve a confusión con los nombres oficiales franceses. Las lenguas – Estudiar o hablar en las distintas lenguas locales es un privilegio que tienen los nativos de los distintos Departamentos, en cambio estudiar o hablar en francés es un derecho. En ningún Departamento se obliga estudiar, ni siquiera a conocer las distintas lenguas locales. Por ejemplo, en el País Vasco Francés, los alumnos pueden estudiar el vasco como asignatura optativa, pero no obligatoria. Los padres que quieran que sus hijos estudien exclusivamente en vasco, pueden llevarlos a las Ikastolas que disfrutan de los mismos privilegios que el Colegio Alemán, el Colegio Inglés o el Colegio Español. Son colegios privados y sin ningún tipo de subvenciones estatales. Algunos colegios o centros de estudios de lengua extranjera están subvencionados por sus países respectivos. Sirva de ejemplo ver que todos los centros donde se estudia catalán en Francia están subvencionados por la Cataluña española. La lengua oficial de Francia es el francés. Los franceses tienen la obligación de conocer la lengua y el derecho a usarla. Es por ello que sería incomprensible en Francia, por ejemplo, facilitar a un imputado un traductor de vasco, catalán, etc. en un juicio. Si un imputado se niega a declarar en francés, es su abogado –voluntariamente- quien traduce las declaraciones de su defendido. País - Debemos resaltar que en Francia la palabra “País” no tiene la misma connotación que en España. Así podemos ver escrito “País Catalán” o “País Vasco”, al igual que cualquier producto regional con la nota “Producto del país”. La palabra “país” es equivalente en España a “región”. En cambio nunca veremos escrito ni oiremos “Cataluña” o “Vascongadas” porque eso llevaría implícito el reconocimiento de ser una Nación, igual que cuando se refieren a nuestro país, nunca dicen “el país Español”, simplemente dicen “España”. De hecho, cuando los franceses hablan de “Cataluña”, siempre se refieren a la Cataluña de España. Las matrículas de vehículos – Los franceses observando la polémica desatada en España con las matriculas de Cataluña poniendo el adhesivo “CAT” y viendo que esto se podía contagiar a Francia, optaron hace unos años por modificar las suyas y regularlas para impedir cualquier inicio de polémica. Las matrículas en Francia disponen a la izquierda de un cuadrado azul que indica la nacionalidad francesa y su pertenencia a la UE. En el centro aparece el numero de matrícula y a la derecha hay un cuadrado, igual que el de la izquierda, reservado para poner el Departamento al que pertenece el coche. Este se indica con números: Marsella se identifica con el número 13, París con el número 75,… No obstante este cuadrado es de libre disposición y aunque es obligatorio llevarlo, el usuario puede poner lo que quiera. Incluso puede poner “España”. Con esta regularización se evita que radicales independentistas caigan en la tentación de modificar la matrícula oficial. Lo cierto es que en todo nuestro recorrido no encontramos matriculas con identificativos independentistas como “CAT” o “VASC”. Independencia de Vascongadas o Cataluña – Esta cuestión ni se plantea ni se cuestiona en Francia. Preguntamos a un experto periodista en temas políticos, Jean Claude Rochais, de la ciudad de Pau: ¿Usted cree que François Hollande, por el hecho de ser de izquierdas puede propiciar un inicio de independencia o secesión del “País Vaso” o “País Catalán” en Francia al estilo español? Su respuesta de asombro no se hizo esperar: Vous est fou? –¿Usted está loco?-. François Hollande puede ser de izquierdas, pero es francés. A diferencia de lo que ocurre en España con los socialistas, en Francia usted puede ver a todos nuestros presidentes y políticos acompañados de la bandera francesa. Es un tema muy claro que el pueblo francés en su conjunto no perdonaría. Continuó diciendo: Es más, es un tema que ya ha salido a debate en algunos círculos y puedo asegurarle que ni siquiera, en el caso que ocurriera en España, íbamos a permitir la entrada en la UE de Cataluña o Vascongadas como países pertenecientes a Europa, eso sería dar pie para que con el tiempo reclamaran a Francia sus pretensiones territoriales. No sé lo que ustedes harán, pero le aseguro que Francia no lo tolerará. La igualdad entre franceses – Todos los franceses, incluidos los funcionarios, pueden trabajar en cualquier Departamento francés sin necesidad de conocer la lengua cultural local. En ningún caso se otorga puntos o se favorece el conocimiento de la lengua local. La bandera francesa – En nuestro recorrido por el “País Vasco” o “País Catalán” no observamos ningún problema con banderas. En todos los ayuntamientos estaba expuesta la bandera francesa. En algunos pueblos en fiestas observamos banderas regionales, pero en ningún caso, hablando con los franceses, detectamos que existan problemas ni guerra de banderas. Podemos ser respetuosos con las culturas locales sin cuestionar la identidad de un país. Todo lo expuesto es compatible con la Constitución Española que lo dice muy claro en su artículo 3º: 1 - El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla. 2 – Las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos. Efectivamente lo que hay que modificar en España son los distintos Estatutos Autonómicos, no la Constitución. 3 - La riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección. Pero no de su imposición. El artículo 14 dice: Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social. En España se discrimina a millones de trabajadores y funcionarios por no conocer las lenguas tribales otorgando facilidades o “puntos” a los nativos de la Comunidad o simplemente no admitiéndolos como hace el PP en Galicia y en Valencia. El Movimiento Masby pretende con este informe realizado en Francia, demostrar que hay otras formas de hacer las cosas distintas a como nos las han enseñado nuestros políticos durante los últimos 30 años y concienciar a los ciudadanos de que hemos sido engañados y sometidos a la tiranía de las Autonomías. • El sistema político actual genera unos 2 millones de víctimas infantiles obligándoles a estudiar en una lengua que, si pudieran elegir libremente sus padres o tutores, no elegirían. • El sistema político actual ha generado el mayor retraso y fracaso educativo de toda la historia de España situándonos por detrás de Grecia. • El sistema político actual genera unos 6 millones de víctimas de la discriminación lingüística al no poder optar libremente por ofertas de trabajo y oposiciones en todo el territorio nacional. • El sistema político actual gasta 6.500 millones de euros al año para mantener la imposición lingüística y normalizar lo que no es normal. …no hay que olvidar que todos los males de España comenzaron el día que se equipararon las lenguas locales a la lengua común de todos los españoles. Fue la semilla de las diferenciaciones. Fdo. Juan Vte. Santacreu