Hoy se celebra el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, día instituido en el año 2002 por la OIT (Organización Internacional del Trabajo). En esta ocasión el lema de la celebración es “¡NO al trabajo infantil – SÍ a una educación de calidad!”, lema con mucho sentido sabiendo que entre un 20% y un 30% de los niños de los países en vías de desarrollo abandonan la escuela a los 15 años para empezar a trabajar, aunque dependiendo del país esta edad se reduce considerablemente.
Con motivo de esta celebración la OIT ha publicado el Informe mundial sobre el trabajo infantil 2015: Allanar el camino hacia el trabajo decente para los jóvenes, en él se muestran diferentes conclusiones relacionadas con el trabajo infantil, como por ejemplo que los jóvenes que tuvieron que trabajar cuando eran niños ahora tienen que conformarse con trabajos familiares no remunerados, o trabajar en condiciones precarias a cambio de míseros sueldos.
El informe apunta que es necesario abordar el tema del trabajo infantil desde un enfoque político coherente, procurar mantener a los niños en las escuelas ofreciéndoles una buena educación hasta que alcancen la edad mínima para empezar a trabajar. Recordemos que la educación es uno de los pilares más importantes de crecimiento de un país, no proporcionar la educación adecuada provoca que los niños se conviertan en adultos con un limitado acceso al mercado laboral (en la mayoría de ocasiones precario) y el país no pueda prosperar. La OIT explica que garantizar la educación es el único modo de que los niños adquieran los conocimientos y competencias necesarias para su futura vida profesional.
Pero para conseguir este cambio es necesario un cambio de mentalidad, el Premio Nobel de la Paz 2014, Kailash Satyarthi, explica que a estos niños pobres hay que verlos como si fueran nuestros niños (los que viven en países desarrollados) y pensar que han nacido para convertirse en profesores, médicos, ingenieros o cualquier otra profesión considerada de gran valor. Quizá lo coherente sería que fueran los dirigentes de estos países y los padres de estos niños los que vieran a sus hijos en un futuro trabajando en alguna de las profesiones citadas. Pero lo que ocurre es todo lo contrario, los padres desean cuanto antes ponerlos a trabajar para que contribuyan en la economía del hogar, algo lógico dada la precaria situación en la que viven.
En el informe se aborda un doble desafío, por un lado erradicar el trabajo infantil, y por otro, garantizar un trabajo decente para los jóvenes que han concluido su etapa educativa. En este documento se muestran las diferentes conclusiones a las que se ha llegado tras una encuesta realizada en 12 países, en los que se han examinado las futuras carreras de los niños que abandonan de forma prematura el colegio y de los niños ex trabajadores, a continuación os las trascribimos:
• La participación prematura en el trabajo infantil está asociada con un nivel de instrucción inferior y, más tarde en la vida, con empleos que no cumplen con los criterios mínimos de trabajo decente;
• Los que abandonan la escuela prematuramente tienen menos probabilidades de encontrar un trabajo estable y mayores riesgos de permanecer del todo fuera del mundo del trabajo;
• En numerosos países, una proporción elevada de jóvenes entre 15 y 17 años realizan trabajos clasificados como peligrosos o como peores formas de trabajo infantil;
• Los que realizan actividades peligrosas es probable que hayan abandonado la escuela antes de haber alcanzado la edad mínima de admisión al empleo.
En el informe se apunta la necesidad de intervenir para sacar a los niños del mercado laboral y que vuelvan a la escuela para completar su formación, se recomienda poner en marcha las medidas necesarias para facilitar que los jóvenes que salen de las escuelas puedan tener acceso a oportunidades laborales decentes.
Se advierte sobre la necesidad de prestar atención a 47’5 millones de jóvenes con edades comprendidas entre los 15 y 17 años, ya que desarrollan actividades laborales peligrosas, cifra que supone nada menos que el 40% de los trabajadores de este segmento de edad. Se destaca que hoy en día, unos 168 millones de niños de todo el mundo siguen siendo víctimas de la explotación laboral, de ellos, 120 millones son niños con edades comprendidas entre los 5 y 14 años.
Con motivo de la celebración del Día Mundial contra el Trabajo Infantil 2015 se han organizado cientos de eventos en 55 países que tienen como finalidad hacer un llamamiento para informar sobre el problema y concienciar a la población. Cada año se repite lo mismo, el avance contra el trabajo infantil es lento y los resultados que se obtienen se pueden considerar poco satisfactorios.
A través de este enlace (Pdf) podréis acceder al informe, para conocer más detalles de la celebración de este día y los eventos que se han organizado os recomendamos acceder a la página oficial de la OIT.
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Informe mundial sobre el trabajo infantil 2015