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Estudiando para actualizar el libro de emprendedores que espero tener terminado en breve, me he encontrado con el Informe sobre el Comercio y el Desarrollo 2011 que se centra en los retos de la política después de la crisis de la economía mundial.
Llega a la conclusión de que la recuperación se está desacelerando y que la " recuperación de dos velocidades "es principalmente el resultado de diferencias en la demanda interna. En los países en vías de desarrollo fuerte crecimiento de los salarios y el apoyo público sostenido han prolongado la recuperación de la inversión y la demanda interna, mientras que en la mayoría de las economías desarrolladas la demanda privada está sometida debido a los salarios estancados y pocas mejoras en el empleo. El reciente cambio hacia el ajuste fiscal y monetaria representa un riesgo importante para la economía global.
El informe cuestiona si los políticos han aprendido las lecciones de la crisis financiera y económica mundial. Esto demuestra que el entusiasmo generalizado sobre la reforma del sistema de apoyo y políticas pro-crecimiento macroeconómicos cuando estalló la crisis no ha durado. Reformas de la regulación financiera están avanzando lentamente y la reforma del sistema monetario es limitado.
Desafiando la extensa reorientación de la política macroeconómica, especialmente la política fiscal, la austeridad, el informe señala que los desequilibrios fiscales no fueron un factor determinante, sino una consecuencia de la crisis. Por lo tanto, el ajuste fiscal no es una respuesta adecuada. La austeridad fiscal busca reducir el déficit fiscal, reducir la deuda pública y así " recuperar la confianza de los mercados financieros "es probable que sea contraproducente, ya que afecta el crecimiento del PIB y reduce los ingresos fiscales.
El informe aborda las principales reformas regulatorias que deben llevarse a cabo en relación con los mercados financieros.Hasta ahora, el proceso de re-regulación de los sistemas financieros ha sido lenta e insuficiente para cubrir el sistema bancario en la sombra y hacer frente a un sector muy concentrado financiera que está dominado por un pequeño número de instituciones gigantescas. En general, el sector financiero debe ser reestructurado a fin de reducir el riesgo de errores de fijación de precios y de las crisis sistémicas. Las reformas deben apuntar principalmente a una clara separación entre las actividades de inversión y banca comercial.
La financiarización de los mercados de productos basados en el comportamiento de rebaño afecta de manera significativa los precios de estos bienes básicos como los alimentos básicos y de la energía. El informe propone medidas para aumentar la transparencia de los mercados físicos y derivados, estableciendo una regulación coordinada a nivel internacional más estrecha de los inversores financieros, y sugiere que las autoridades de vigilancia del mercado podría tener el mandato de intervenir directamente.
El informe subraya finalmente que los mercados de divisas están desconectados de los fundamentos macroeconómicos. Esto interrumpe el funcionamiento de la economía real. La mayor estabilidad de la tasa de cambio real podría lograrse mediante un sistema basado en normas de flotación administrada. Este sistema podría basarse en el ajuste de los tipos de cambio nominales a los diferenciales de inflación o las tasas de interés diferenciales. Esto puede ser practicada como una bilateral unilateral, o estrategia, pero el mayor beneficio para la estabilidad financiera internacional se produciría si las reglas de flotación administrada se aplica a nivel multilateral.