Infraestructura Natural o Verde como Alternativa a la Adaptación al Cambio Climático en los Recursos Hídricos

Por Paula Villa
Los resultados de la investigación sobre la aplicación de infraestructura Natural o Verde como alternativa a la adaptación al Cambio Climático en los recursos hídricos han sido publicados en un artículo  presentado en el 15avo Congreso sobre Medio Ambiente de España, al cual pueden acceder aquí.
El estudio, liderado por el Dr Nicanor Prendes del Ministerio de Cambio Climático Español y con participación de la Dr Sandra Villacorta de la Univ Charles Darwin (Australia) propone que ante  nuevas condiciones de precipitación y temperatura, la respuesta del terreno es una distribución reajustada de las variables hídricas. De allí que se deduzca que cualquier actuación sobre el territorio exige un tratamiento integral previo a partir de herramientas basadas en imágenes de satélites, cuyos índices de respuesta espectral caracterizan cada unidad territorial (vegetación, tipología y estado fenológico; suelo y agua).
La 'infraestructura natural verde' es definida como: 'una red de espacios concatenados que preservan valores y funciones de ecosistemas, capaces de fijar y estabilizar, garantizar su riqueza ambiental'. Ello configura el modelo de referencia teórico en el que cualquier unidad pasaría de la vulnerabilidad a la resiliencia, corrigiendo y adaptándose, con las medidas adecuadas, a la incertidumbre asociada.
Si se considera la red hidrográfica (elemento fractal y por ello de gran capacidad de replicación y eficiencia energética) como la unidad básica de la cuenca, esta puede estructurarse como un modelo 'Green Leaf' que, por sus características de diseño y algoritmia, fortalece la resiliencia frente a eventos extremos y, por ello, detecta áreas de alto riesgo y exposición sobre las que actuar. Esta propuesta define, para un área de unidad de cuenca, un valor referencial de consumo de recursos hídricos a partir de las características de sus elementos geométricos, dando un valor de eficiencia energética que, al compararlo con el real da un índice de adaptabilidad.
Este principio se ensayó en dos zonas piloto en España (Valladolid, río Duero; y Canarias) resultando, en el primer caso, que la mayor eficiencia energética se produce en sistemas de aspersión frente al riego por gravedad (el factor condicionante, la pendiente del terreno y el caudal del área de la 'infraestructura natural verde'). En Canarias, la solución óptima es implantar un dren, ya que el factor pendiente es determinante en la eficiencia energética para este caso.


Ubicación probable de la balsa de almacenamiento en la
 Zona de Castronuño perteneciente a la cuenca del Duero 
(franja de cota anaranjada) Tomado de: Prendes et al (2021)


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