Escogemos la infusión que mejor nos venga para nuestro tipo de piel. Hacemos la infusión y dejar enfriar.
Limpiamos la cara y después aplicamos la infusión con un algodón como si fuera un tónico.
Para la piel seca o sensible podemos utilizar infusiones de:
Lavanda, manzanilla, jazmín, patchouli, perejil.
La manzanilla además ayuda a aliviar inflamaciones y promueve la regeneración celular.
Lavanda también es relajante, calmante y ayuda a la regeneración celular.
Para pieles normales:
Lavanda, romero, manzanilla geranio, rosa.
La rosa limpia los poros a fondo, favorece la circulación de la sangre y tonifica la piel.
El romero ayuda a reducir las arrugas.
Para pieles con acné ( si el acné es agudo, es conveniente consultar con el dermatólogo):
Eucalipto, limón, ciprés, tomillo.
Para pieles grasas:
Romero,limón, mejorana, eucalipto, menta, albahaca.
La menta tiene propiedades astringentes.
Así mismo el té verde o negro es antiinflamatorio y actúa como antiirritante
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