La jugada resultó peor en el campo que sobre el papel durante una primera media hora de sopor, propia de un amistoso donde los jugadores ingleses pensaron más en no lesionarse que en animar a una hinchada de Wembley necesitada de ilusión. Echaron de menos a Sterling, quizá les sobró Welbeck y sólo Lallana les levantó un par de veces de su asiento con ese desparpajo que le ha hecho ganarse un puesto en el once de Hodgson, ante incluso que Wilshere.El seleccionador inglés mostró sus cartas sin miramientos. Apostó por un once que se parecerá mucho al que debutará ante Italia en el Mundial, con la columna vertebral del sorprendente Liverpool (Johnson, Gerrard, Henderson y Sturridge), Rooney y el talentoso Lallana.
Pero empezaban a caer los palos a Inglaterra por su falta de intensidad cuando apareció Sturridge, el del Liverpool, el que ha marcado 21 goles en la pasada Premier, para sacarse de la chistera un gol genial. Desde la esquina del área, soltó un zurdazo curvado, directo a la escuadra, imparable para el portero.
Mejoró un poco entonces Inglaterra pero Johnson estropeó el subidón de la hinchada con un error de novato, saliendo mal al fuera de juego y dejando a Hart casi vendido en el mano a mano ante Ramirez. Paró el portero y el árbitro señaló el descanso con el 1-0 a favor de los locales.
Hodgson dio entrada a Wilshere por Gerrard en la segunda mitad y en el 64 Inglaterra encarriló la victoria tras un centro de Baines que cabeceó a la red Cahill. Salió luego Sterling por un decepcionante Rooney y Jagielka mató el partido acto seguido en otro córner, aprovechando un error del meta peruano, demostrando de nuevo el peligro de esta Inglaterra en el juego aéreo y el balón parado.