Ingrid Pitt: La vampiresa más recordada de la Hammer.

Publicado el 09 agosto 2010 por Fantomas
Ingoushka Petrov, más conocida como Ingrid Pitt, nació el 21 de noviembre de 1937 en Polonia. Ella se encontraba en Polonia cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial, por lo que presenció como el país fue devastado primero por los Nazis y luego por los soviéticos. De hecho, Pitt y su familia eventualmente fueron encarcelados en un campo de concentración. Posteriormente sería separada de sus padres durante la guerra y, a los diez años de edad, fue llevada a Berlín del Este por la Cruz Roja donde se reuniría con su familia. Luego de esta brutal experiencia, Pitt vivió una vida bastante calmada en Berlín lo cual curiosamente no le acomodaba demasiado. Según la misma actriz, una vez que llegó a la ciudad “comenzó la vida rutinaria; teníamos que ir al colegio por lo que ya no experimentábamos ningún tipo de excitante aventura que implicará la búsqueda de comida o el correr a través de los bosques de Polonia. Una vez que llegué a la ciudad, de golpe me encontré con un mundo calmo y extraño; nunca había experimentado nada como eso. Supongo que probablemente estaba demasiado apegada a la vida que tenía antes de viajar a Alemania, por lo que por momentos deseaba escapar a la realidad gris en la que me desenvolvía antes de reunirme con mis padres”.
Fueron precisamente sus ansías por escapar de la realidad lo que llevó a Pitt a interesarse en la actuación. “Siempre quise ser una actriz, aunque la verdad es que en un principio no sabía muy bien de que se trataba porque cuando era niña nunca pude ver una película en un teatro. Pero quería entretener a otras personas, y eso me empujó al mundo de la actuación”, afirmaría la actriz en una ocasión. Pese a que ella estaba feliz con su decisión de dedicarse a la actuación, su madre no se mostró muy contenta con la carrera que se había propuesto seguir. “Todos en mi familia era científicos”, explicaría Pitt en una entrevista, “y ellos esperaban que siguiera sus pasos; ir al colegio, conseguir un título, y luego un trabajo”. Pese a la oposición de sus padres, Pitt se mantuvo firme en su decisión y a principios de los sesenta logró convertirse en parte de la prestigiosa compañía teatral Berlin Ensemble, la cual estaba bajo la dirección de la viuda de Bertolt Brecht, Helene Weigel. Aunque logró meterse de lleno en el mundo de la actuación el cual tanto le habia llamado la atención en su adolescencia, tuvo que enfrentar una serie de problemas que desafiaron su deseo de vivir bajo sus propias creencias.

Debido a las presiones políticas, Pitt tendría que atravesar la cortina de hierro para llegar a Berlín Occidental. Con respecto a esto, la actriz declararía en una entrevista: “El 21 de noviembre de 1962 tuve que dejar Berlín Oriental. Si tú estabas en cualquier país de la cortina de hierro debías integrar la política a tus estudios, y la verdad es que yo no era capaz de amalgamar la parte artística del teatro con el ambiente político del país en el que vivía. Tarde o temprano terminaría metiéndome en problemas, o involucrando a algunos de mis conocidos. Finalmente todo se redujo a dejar mi hogar o involucrarme en el campo de la política”. Eventualmente ella terminaría cruzando ilegalmente la frontera a nado a través del río Spree. Desde Berlín Occidental, Pitt viajaría a Norteamérica donde además de contraer matrimonio con un soldado norteamericano con quien tendría a su hija Steffanie, estaría de gira junto a una compañía teatral. Cuando esa compañía quebró, ella se mudó a España donde conseguiría su primer papel en un largometraje.
“Fui descubierta por casualidad durante la filmación de una corrida de toros para una película acerca de un turista norteamericano que era fanático de este tipo de eventos”, afirmaría la actriz. “El director vio en un periódico una foto de esta corrida de toros donde aparecía yo, y me encontró a través del fotógrafo quien vivía en el mismo bloque de departamentos que yo. Así fue como obtuve ese papel y como comenzó mi carrera cinematográfica”. Dicha película sería “El Sonido de la Muerte” (1964), del director José Antonio Nieves Conde. Posteriormente obtendría un minúsculo rol en la cinta “Campanadas a Medianoche” (1965), del director Orson Welles, y trabajaría en el Teatro Nacional de España, ubicado en Madrid. Durante los siguientes tres años, Pitt trabajaría como extra en “Doctor Zhivago” (1965) y “A Funny Thing Happened on the Way to the Forum” (1966), además de obtener algunos roles pequeños en un par de series de televisión. En 1968, la actriz coprotagonizaría la cinta de ciencia ficción de bajo presupuesto “The Omegans”, y además obtendría su primer rol importante en el film bélico norteamericano “Where Eagles Dare” (1968), protagonizado por Clint Eastwood y Richard Burton. Si bien esta película tuvo gran éxito y su participación en ella pudo haber impulsado enormemente su carrera en el cine, su saltó a la fama recién lo daría dos años más tarde, cuando fue contratada para participar en algunas cintas de la Hammer.

Con respecto a esta experiencia la actriz declararía: “La época más decepcionante de mi vida creo que corresponde al periodo que vino inmediatamente después de la filmación de ´Where Eagles Dare´. Pensé que había llegado mi momento pero en realidad no fue así. Viví un completo estancamiento. Regresé a Madrid para finalizar mi contrato con el teatro, y luego viaje a Londres. Habían ocurrido algunos asesinatos políticos en Madrid en aquella época, y no quería que mi hija viviera en ese ambiente. Pese a que Brian Hutton y Elliott Kastner (director y productor respectivamente de “Where Eagles Dare”) me aconsejaron quedarme en Norteamérica para aprovechar el éxito de la cinta, de todas formas viajé a Londres donde me costó conseguir un trabajo”. Los dos años de cesantía que vivió la actriz llegaron a su fin cuando ella conoció a James Carreras, uno de los mandamases de la Hammer Films. Tras la insistencia de Pitt, Carreras le ofrecería un par de roles en algunas de las cintas del estudio. Según la actriz, Carreras la ayudaría tremendamente dándole trabajo en esas películas en una época en la cual no sabía cómo iba a conseguir dinero para alimentar a su hija.
Gracias a su acento y a su apariencia exótica, Pitt conseguiría uno de los roles protagónicos en la cinta “The Vampire Lovers” (1970). Basado en la clásica historia de terror de la escritora Sheridan Le Fanu titulada “Carmilla”, el film gira en torno a una vampiresa sedienta de sangre que busca vengarse de la familia del hombre responsable de la muerte de su clan. La mezcla de terror gótico, erotismo y lesbianismo, permitió que “The Vampire Lovers” fuera todo un éxito lo que inspiraría dos “secuelas” acerca del clan Karnstein tituladas “Lust for a Vampire” (1971) y “Twins of Evil” (1971). Ninguna de las secuelas igualaría en calidad a “The Vampire Lovers”. En la única área en la que las tres películas eran similares, era en la cantidad de desnudez que presentaban, que por momentos parecía ser la única razón por la cual la Hammer realizó los films. A Pitt no le molestaron las escenas de desnudos presentes en “The Vampire Lovers” porque según ella estaban bien integradas en la historia. La actriz aseguraría en una entrevista: “Tanto en ´Vampire Lovers´ como en ´Countess Dracula´ era importante que los personajes se sacaran la ropa en ciertas escenas. También me gustó que los directores fueran considerados y filmaran esas escenas en sets cerrados”.

La segunda película de Pitt para la Hammer sería “Countess Dracula” (1971), la cual poco y nada tenía que ver con Drácula sino que estaba basada en las truculentas prácticas de una condesa europea que vivió en el siglo XVI en Europa del este llamada Elizabeth Bathory. Esta condesa pensaba que ella podría mantenerse joven si se bañaba en la sangre de jóvenes vírgenes, lo que queda retratado en la película. Si bien a Pitt le gustaba la historia, no quedó conforme con el trabajo del director Peter Sasdy, quien a su gusto no deseaba filmar esta cinta para la Hammer. La actriz tampoco quedó demasiado conforme con el manejo del clímax emocional del film. Una vez que la película había sido terminada, uno de los descendientes de Elizabeth Bathory se ofreció para ayudar con la historia. Lamentablemente era demasiado tarde. Según Pitt: “Si hubiese acudido a nosotros con anterioridad podría haber sido de mucha ayuda. Él tenía un montón de archivos familiares en su poder. Yo hablé varias veces por teléfono con él, y tenía una gran cantidad de historias que contarnos acerca de ella (la condesa). Algún tiempo después, cuando junto a Christopher Lee viajamos a Rumania, vimos el lugar donde la condesa fue amurallada. Según los campesinos, aún puedes escuchar a la condesa decir: ´Déjenme salir´”.
Después de participar en dos films de la Hammer, Pitt participaría en uno de los segmentos de la cinta de la Amicus, “The House That Dripped Blood” (1971), cuyo guión estuvo a cargo de Robert Bloch. En dicha película, la actriz interpreta a una estrella de cine que mientras interpreta a una vampiresa en un film, se involucra en un caso real de vampirismo. Según la actriz, esta es su cinta favorita ya que le dio la oportunidad de interpretar un rol cómico. Tras participar en algunos episodios de distintas series de televisión, Pitt conseguiría un pequeño rol en el film de culto “The Wicker Man” (1973). Durante la década de los setenta, la industria cinematográfica británica tuvo severas dificultades económicas, lo que terminó afectando a un gran número de profesionales entre los que se encontraba la misma Pitt. En sus propias palabras: “Nadie me daba un maldito trabajo, era tan simple como eso”. Durante este complicado periodo para los profesionales de la industria cinematográfica británica, la actriz se volcó casi de lleno al teatro (ella además ayudó a su segundo esposo, el guionista Tony Rudlin, a producir varias obras teatrales) al mismo tiempo que intentaba comenzar una carrera como novelista.

En 1980, Pitt publicaría la novela “Cuckoo Run”, la cual era una historia de espías acerca de una confusión de identidades. Con respecto a su debut como escritora, Pitt declararía: “Se la llevé a Cubby Broccoli (la novela). Era acerca de una mujer llamada Nina Dalton quien es perseguida por toda Sudamérica con la idea equivocada de que ella es una espía. Cubby dijo que era la versión femenina de James Bond. Fue muy amable”. Al poco tiempo después, la actriz pasaría un buen tiempo en Sudamérica investigando acerca la vida del presidente argentino Juan Perón. En 1984, dicha investigación se transformaría en la novela “The Perons”, la cual relataba el ascenso al poder y el subsecuente exilio de un hombre que según Pitt, “ahora es reconocido como el primer líder democrático de Argentina. Él fue reelegido tres veces de manera democrática. Nadie más puede decir eso. Los argentinos piensan que él nació para convertirse en presidente”. Ese mismo año, Pitt junto a su esposo Tony Rudlin escribirían el guión de uno de los episodios de la serie “Doctor Who” (1963-89) titulado “The Macro Men”.
Además de dedicarse a la literatura, durante la década de los ochenta Ingrid Pitt trabajó esporádicamente en el cine y la televisión. Probablemente la película más importante que filmaría durante este periodo sería “Who Dares Wins” (1982), en la cual interpretaba a una terrorista alemana que se veía involucrada en la toma de rehenes al interior de una embajada norteamericana. La actriz además trabajaría en “Wild Geese 2” (1985), “Underworld” (1985) y “Hanna´s War” (1988), y en algunos de los episodios de la serie “Doctor Who”. En la mayoría de estas producciones le tocó interpretar a villanas, las cuales por lo general se las arreglaban para morir horriblemente en algún momento de la cinta. Contrario a lo que se podría pensar, a Pitt le gustaba interpretar estos roles ya que se sentía más identificada con las villanas que con las heroínas. Tras estar por más de una década alejada del cine, Pitt regresaría a la pantalla grande con la cinta “The Asylum” (2000). Tras participar con roles secundarios en algunos films de bajo presupuesto y recuperarse de una grave enfermedad, Pitt obtendría un rol en la cinta “Sea of Dust” (2008), la cual se presentaba como una suerte de tributo a la obra de la Hammer y de Mario Bava. En la actualidad, Ingrid Pitt asiste frecuentemente a convenciones de fanáticos del cine de terror, escribe en una columna de cine, y continúa con su labor como novelista. Más allá de las más de diez novelas que ha escrito (entre las que se encuentra una autobiografía), su larga carrera en el teatro y sus múltiples apariciones en el cine y la televisión, Ingrid Pitt siempre será recordada por sus papeles en el cine de terror británico de los setenta, lo que le valió el título de una de las vampiresas más inolvidables de la historia del cine.


por Fantomas.