Por los mismos criterios de la parte demandante se debería inhabilitar también a todos los obreros de España que han construido casas de nosotros o a todos los que usan las máquinas de picar piedra para abrir zanjas en las calles. Y a nadie se le había ocurrido antes! :)
Como ya sabéis tod@s, supongo, la sentencia sobre el caso de la pianista Laia (que se enfrentaba a prisión por estudiar con su instrumento en casa) ha salido y ha sido abolutoria para la misma.
Está claro que la práctica de un instrumento durante horas y años ha de ser obrar responsable para el contexto en el que el aprendiz de músico vive, es decir, se ha de intentar colocar el instrumento en el lugar más aislado de la casa, que esta habitación se procure acondicionar dentro de los límites económicos de cada uno (la parcial "solución" de los cartones de huevo, que por su material y forma absorve parte de la reflexión de la vibración sonora pero no toda, la más económica, tampoco es perfecta) estudiar a horas "lógicas", es decir, no más allá de las 22h o después de las 9h AM.
Estas horas son las adecuadas en España pero por ejemplo en Alemania tocar entre las 12 y las 4 de la tarde puede suponer un gran problema con el vecindario y no así tocar a las 8 de la mañana puesto que sus ritmos vitales y laborales son diferentes a los nacionales. La costumbre "hispánica" :) de la siesta haría muy inviable tocar entre las 15 y las 17h.
Lo que está claro es que si por ley se decidiera que un músico debe insonorizar una habitación el estado debería ofrecer ayudas económicas para hacerlo en el caso de que no se tuvieran sufientes recursos. También debería sentar precedente jurisprudencial para que ningún pianista deba volver a pasar semejante calvario por ejercer su profesión o educarse para ella.
Según la sentencia no se ha podido acreditar la relación entre el sonido y los problemas de la otra parte. En este caso más bien parece un enconamiento entre vecinos que se ha permitido llegar demasiado lejos. Está claro que la profesión de músico es muy complicada y lleva muchas horas de praxis. Es posible que produzca molestias en los vecinos, del mismo modo que los perros del mismo vecindario la causa a los músicos y nadie ha entablado un proceso tipo "persecución legal" contra los propietarios de los perros. La conclusión es que no se puede condenar a nadie a no ejercer su profesión o inhabilitar a un pianista, que era una de las pretensiones de la parte demandante.
También el músico debe ser consciente de que su práctica puede ser molesta y minimizar lo más posible su emisión sonora: uso de sordina, uso de mantas sobre el piano, sistemas silent, horarios, salas de ensayo, pianos eléctricos con auriculares, alfombra gruesa, ventanas cerradas...