Has llegado hasta el día siete del reto Mindfulness, ¡felicidades! Ya eres oficialmente una iniciada o iniciado en meditación y a partir de hoy está en tus manos -en nuestras manos- mantener este nuevo hábito, incorporándolo a la cotidianidad de manera natural y armónica.
Esta última gravación hace un repaso a lo que han sido estos 6 días previos y nos recuerda que podemos seguir practicando la meditación siguiendo la indicación del día 6: es decir, de manera autónoma, enfocando nuestra atención en el cuerpo, recorriéndolo libremente.
Prestar atención al cuerpo nos ayuda por un lado a no perdernos en divagaciones y por otro a "sentir" nuestro receptáculo físico. Algo que, sorprendentemente, no solemos hacer. De hecho, cuando el cuerpo se resiente por algún motivo y nuestra salud minva nos reencontramos con ese "cuerpo olvidado", ese instrumento de conocimiento -del mundo y de nosotros- al que apenas reverenciamos.
La mayoría de nosotros vivimos en nuestra mente, pero no como amos y señores, sino sometidos a su yugo. El cuerpo es el templo de nuestra conciencia, de nuestro espíritu. Y no lo tratamos como tal. Es el recipiente de sabiduría... En la meditación previa os decía que haciendo este recorrido me he encontrado con la voz sabia de mi cuerpo. Cada zona, cada órgano y región corporal, encierra una memoria de nuestra experiencia y una enseñanza para despertar nuestra conciencia.
Espero que estos siete días te hayan servido para explorar esta senda de la meditación y considerarla como un instrumento valioso para tu vida. Ahora ya tienes un recurso a tu alcance, sencillo, barato,
siempre disponible, para traer paz a tu mente y conectarte con tu ser auténtico.
Agradezco que me hayas acompañado en esta senda también nueva para mi, que hayas compartido tus inquietudes y también tus objetivos con esta práctica.
Si lo deseas, puedes encontrar algunas ideas adicionales para implementar la práctica en mi antiguo post Meditando.
Te invito a quedarte y a seguir explorando nuevos territorios.¡Un abrazo!