Iniciación al Triage

Publicado el 12 mayo 2014 por Diana Serrano @serralco

Después de terminar mis estudios volví a la universidad debido a la escasez de trabajo que caracteriza la situación actual de nuestro país, y tuve la suerte de coincidir con algunos de mis compañeros de carrera en el mismo experto. Estuvimos charlando, contando anécdotas, recordando un poco los viejos tiempos y salió el tema de los trabajos de fin de grado que habíamos realizado. Hubo una compañera que presentó el trabajo con el mismo tutor que yo, y esto me dio que pensar ya que su temática versaba sobre el Triage.

La verdad que ha sido un tema que nuca me ha llamado la atención, por aquello de que las catástrofes siempre se ven lejanas (ese falso sentimiento de invulnerabilidad tan característico del ser humano). Pero, si echamos la vista atrás, podemos rememorar episodios de AMV (accidente múltiple víctima) en nuestro país como el atentado del 11 de Marzo en 2004, el accidente de aviación de Spanair en 2008, el terremoto de Lorca de 2011 e incluso el mismo año pasado, el ferroviario de Santiago de Compostela. A nivel internacional recordemos incidentes como la Central nuclear de Fukushima, la catástrofe de Haití…, sin olvidar los conflictos armados que siguen activos sobre todo en las zonas de Oriente Medio y África. Situaciones todas ellas en las que se ha procedido a realizar una clasificación de los heridos para dar un soporte en función de su gravedad.

Dicho esto, es bastante evidente la necesidad de un sistema de triage en cualquiera de las sociedades para gestionar correctamente un soporte sanitario ante cualquier tipo de incidente.

Y entonces me asaltó la duda… ¿Cuál es el origen del triage?


La palabra Triage viene del francés "trier" y era un término empleado por los pescadores para...
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La palabra Triage viene del francés “trier” y era un término empleado por los pescadores para seleccionar las mejores piezas de su captura. Se empezó a emplear en la sanidad militar, para establecer criterios de asistencia a heridos en función de la gravedad de sus heridas y de su posible evolución.

Tiene tres pilares fundamentales: debe realizarse rápidamente (para no demorar la atención del resto), de forma exhaustiva (valorando completamente al paciente – sistema cabeza/pies) y con precisión y seguridad (no es posible reevaluar). Forma parte de las competencias de enfermería y medicina en urgencias y emergencias. A pesar de ser una labor principal de estos dos colectivos, también personal sanitario (auxiliares, técnicos…) y no sanitario (policía, bomberos…) en situaciones especiales como grandes emergencias podrían llevar a cabo un triage básico si reciben previamente un entrenamiento. De ahí que se necesiten unos conocimientos y habilidades específicas para realizarlo de forma correcta puesto que las consecuencias de una mal triage pueden ser realmente graves.
Sin embargo, es preciso diferenciar entre conceptos de “Clasificación” y “Triage” . La primera se realiza cuando existe un equilibrio entre la demanda del paciente (situación clínica) y la asistencia que se le puede dar, y el segundo se emplea en situaciones en las que ese equilibrio se rompe y existe un desbordamiento de los servicios de emergencias (prima el pronóstico)

Le pedí a mi compañera más información sobre su trabajo, pues al final me despertó curiosidad aquello del triage. He de agradecerle que me dejara ojearlo, pues me ha servido para hacerme un mapa mental sobre él.

Bien, lo que yo no sabía es que hay diferentes tipos de triages en función de si nos encontramos en ámbito intra o extrahospitalario y de nuestro marco contextual (accidente simple, múltiples víctimas, catástrofe…).

A nivel intrahospitalario existen seis sistemas:

  1. La Australian Triage Scale (ATS)
  2. La Canadian Emergency Department Triage and Acuity Scale (CTAS)
  3. El Emergency Severit Index (ESI)
  4. El Manchester Triage System (MTS)
  5. El Model Andorrá de Triatge (MAT)
  6. El Sistema Español de Triage (SET) que, originalmente, deriva del MAT.

En España los más empleados son los tres últimos, limitando el MAT a la comunidad autónoma de Navarra.

A nivel extrahospitalario se emplean otros sistemas:

  1. Básico y elemental: el enfermo camina o no
  2. SHORT: de las siglas Sale caminando, Habla sin dificultad, Obedece órdenes sencillas, Respira, Taponar hemorragias.
  3. START: Simple Triage and Rapid Treatment
  4. META: Modelo Extrahospitalario de Triage Avanzado

El empleo de cualquiera de ellos dependerá de la experiencia del triador y de la magnitud del incidente. Existe una amplia bibliografía que habla sobre las ventajas en el uso de métodos avanzados frente a los más básicos, sin embargo una vertiente defiende la variable situacional como  selectora del método más adecuado a ella. Es decir, que se empleará el modelo que el realizador entienda más oportuno al evento. Es una tarea que exige estar al día de las miles de posibles enfermedades y dolencias que afectan al cuerpo y mente humana, lo que se traduce en un reciclaje muy exhaustivo y un amplio conocimiento de la enfermería clínica. Pueden aparecer desde pacientes con un ojo edematoso con miodesopsias hasta enfermos críticos.


En el Triage se clasifica a los pacientes por colores en funcion de su gravedad
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Tanto dentro como fuera del hospital e independientemente del modelo de triage empleado, se clasifican a los pacientes por colores en función de su gravedad y, en el caso de la extrahospitalaria, su pronóstico. Existe un código internacional compuesto por cuatro colores:
  1. Rojo: pacientes críticos, potencialmente recuperables, que requieren atención médica inmediata. Prioridad I
  2. Amarillo: pacientes graves que requieren atención médica demorable 1 -2h. Prioridad II
  3. Verde: pacientes con lesiones leves, que puede postergarse su atención médica más de 6h. Prioridad III
  4. Negro: pacientes con lesiones incompatibles con la vida, agónicos y desahuciados. Prioridad 0

Dependiendo del modelo, se puede emplear un quinto color para notificar la  descontaminación en  accidentes NRBQ (riesgo Nuclear, Radiológico, Biológico y Químico) o, en el caso de los desahuciados agónicos, para valorar un tratamiento paliativo (analgesia compasiva). Los colores empleados en estos casos suelen ser el azul o el blanco.

Triar a los pacientes  es complicado. Se necesita un ojo experto que realice una exhaustiva observación física de todas las patologías posibles y una gran habilidad dialéctica para con el paciente en el caso de que este pueda hablar. Recabar datos verbales puede ser una ardua tarea pues, en ocasiones, no saben explicar o trasmitir lo que les pasa, tienden a exagerar, omiten algunos hechos o síntomas importantes y a veces simplemente habría varias posibilidades de ubicación/derivación por la similitud entre cuadros clínicos que presentan algunas patologías.

Es más, a nivel intrahospitalario, no todos los pacientes que acuden a urgencias presentan una patología urgente/emergente. Según un estudio de la unidad de urgencias pediátricas del Hospital Central del Instituto de Previsión Social en Paraguay, sólo una cuarta parte de los pacientes que acudieron a la consulta fueron clasificados como urgencias. Estos datos se pudieron recoger y analizar gracias a la implementación de un sistema de triage, y se concluyó que más de las tres cuartas partes de las urgencias fueron atendidas dentro de los treinta minutos desde su admisión.

No me voy a extender más de momento pero, tras conocer un poco más acerca del Triage, me parece un interesante tema en el que profundizar, pues no he tocado más que la punta del iceberg. Así que próximamente prometo desarrollar y buscar más información sobre los tipos de triage. Espero que os haya motivado como a mí…

Bibliografía:

1. Morillo Rodríguez, F. J; Abad Esteban, F; Acebedo Esteban, F. J; Aranda Fernández, A; Barrado Muñoz, L; Cabezas Moreno, A. et al. Manual de enfermería en la Asistencia Prehospitalaria Urgente. Elselvier. Madrid 2007. Págs: 588 – 596
2. Garcia – Largo Moreno, E. Enfermería en el triage extrahospitalario. Revisión bibliográfica. Madrid 2013.
3.  Soler, W; Gómez Muñoz, M; Bragulat, E; Álvarez, A. El triaje: herramienta fundamental en urgencias y emergencias. An. Sist. Sanit. Navar. 2010, Vol. 33, Suplemento 1. Págs: 55 – 68. Consultado el día 01 de abril de 2014. Disponible en: http://scielo.isciii.es/pdf/asisna/v33s1/original8.pdf 
4. Medina, J; Ghezzi, C; Figueredo, D; León, D; Rojas, G; Cáceres, L. et al. Triage: experiencia en un Servicio de Urgencias Pediátricas. Rev. bol. ped. v.46 n.1 La Paz  2007. Consultado en la base de datos Scielo el día 04 de abril de 2014. Disponible en: http://www.scielo.org.bo/scielo.php?pid=S1024-06752007000100013&script=sci_arttext&tlng=en
5. Illescas Fernández, G. J. Triage: atención y selección de pacientes. Revista Trauma. Vol. 9, No. 2. Mayo-Agosto 2006. Págs: 48-56. Consultado el día 05 de abril de 2014. Disponible en: http://www.medigraphic.com/pdfs/trauma/tm-2006/tm062e.pdf

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