Inmenso esfuerzo inutil

Publicado el 16 septiembre 2014 por Torrens

El esfuerzo al que me refiero es el de los organizadores de la V de la Diada, porque no solo llenaron a rebosar dos largas avenidas, Diagonal y Gran Vía, sino que para más recochineo lo hicieron a rayas reproduciendo la bandera catalana.

Pero aunque todos los manifestantes a la vez hubiesen mandado el mensaje “Rajoy, a ver si te enteras”, ni así se habrían producido indicios de que nuestro querido Presidente vaya a dejar de hacer la estatua del más duro e inmóvil granito. Por eso digo que fue un esfuerzo inútil, pero fue un esfuerzo como para sentirse orgulloso de mis paisanos, que demostraron más que sobradamente que somos los alemanes (sin Merkel) de España, serios, disciplinados y bien organizados. No es extraño que cada vez sean más los catalanes que quieren largarse de un país que es la trampa, el engaño y el cachondeo continuos y cotidianos.

Ya he repetido varias veces que si espero y deseo un cambio profundo en el encaje de Catalunya en España, aunque no necesariamente a través de la independencia que preferiría evitar, pero si estoy totalmente convencido de que lo mejor sería votar en consulta o referéndum porque así sabríamos quien es quien y quien está donde.

Es una lástima que el esfuerzo haya sido inútil porque a consecuencia de la Diada creo que han quedado dos cosas muy claras:

Primera, ya está archidemostrado que en Madrid no han entendido nada de nada. Llevo tiempo comprobando que, sobre lo que ocurre en Catalunya, los periodistas de Londres aciertan mucho más que los de Madrid. En Madrid llaman al problema el “desafío soberanista”, calificativo que por sí mismo define sobradamente su opinión y la actitud que adoptan. Para justificar sus erróneas apreciaciones lo han intentado todo, mentiras, falsedades, racionalizaciones tipo “con el fin de la crisis se acaba el problema”, o “políticos malintencionados y mentirosos están embaucando al querido pueblo catalán”, pero resulta que aunque con mucha lentitud se empieza a superar la crisis, precisamente con Catalunya actuando de motor, y sin embargo aquí no pasa nada, el problema no se está acabando sino que continua aumentando, y encima una de las mayores, sino la mayor manifestación de la historia del continente, con una extraordinaria disciplina y organización, es dirigida, montada y ejecutada por una asociación civil, políticamente transversal sin ni un solo político, malintencionado o no, en su lista de asociados, voluntarios o colaboradores. Para acabar de condimentar el cocido, y a pesar que a casi todos los españoles lo que nos gustaría es ver a absolutamente todos los corruptos en la cárcel después de devolver lo que robaron, casi todos siguen sueltos, pero unos más golpeados que otros, y a pesar del lio familia Pujol, tampoco han conseguido reducir el volumen del problema. Después de tantos y tan sonoros y repetidos fracasos unos seres medianamente inteligentes revisarían análisis del problema, estrategia y ejecución y lo cambiarían casi todo, ¿alguien apuesta algo contra mi opinión de que en Madrid todo va a seguir como si nada hubiese ocurrido?. ¿Quiénes son entonces los responsables de que no se esté dialogando?. La inoperancia y el inmovilismo de Rajoy, que no es una estrategia para el caso catalán sino la que utiliza en todos los casos, puede que, tal como anticipan algunos periodistas, tenga éxito y finalmente se apague algo el incendio, pero será solo una pausa, me temo que breve, porque cuando este tipo de problemas se acaban sin solución, siempre vuelven a aparecer, normalmente todavía con más fuerza.

Segunda. Precisamente porque en Madrid no tienen ni idea de lo que ocurre, su estrategia no puede ser más equivocada y contraproducente. Desde la manifestación de la Diada del 2012, la actitud de la caverna mediática y política de Madrid me ha llevado con frecuencia a pensar que muchos hubiesen preferido mil veces un movimiento independentista de cariz violento e incluso terrorista que el pacífico, transversal y civil, al que no tienen ni idea de cómo enfrentarse porque los totalitarismos solo saben solucionar este tipo de problemas a bofetadas físicas, morales y/o jurídicas, y después de la última Diada, en vez de llegar a la sabia conclusión de que su estrategia hasta ahora no ha servido más que para agravar el problema parecen haber decidido aumentar la presión todavía más, tanto que en algunos casos ha llegado a extremos de desfachatez increíbles, como ABC publicando una foto de años atrás con Jordi Pujol en primera fila de la manifestación sin advertir del anacronismo; la señora Llanos de Luna, desastrosa delegada del gobierno en Catalunya, que cifró los asistentes a la V en alrededor de 500.000 personas, menos incluso que los que estaban inscritos, probablemente porque como su intelecto no llega a más debió confundir el informe sobre la V con el cálculo de personas que circulan a pie o en cualquier medio de locomoción por ambas avenidas a lo largo de un día laborable. La sarta de tonterías cavernarias ha sido interminable, desde Sanchez Camacho soltando su asnada un millón diciendo que en esta Diada ha quedado claro que el soberanismo está de capa caída, a Sociedad Civil Catalana, la que tiene una vara de medir que ellos califican de profesional pero que calcula los asistentes a las manifestaciones de las diadas en menos de la mitad de los asistentes y en cambio arroja un número de asistentes a sus reuniones que es más del doble de los que estaban, que organizó una contradiada en Tarragona que reunió a menos asistentes que pasajeros viajan en el más pequeño de los cruceros que visitan el puerto de Barcelona con regularidad, y que cometieron el error de no solo no basar la manifestación únicamente en el rechazo al independentismo, que habría sido lo normal, lógico, natural y que probablemente habría atraído más asistentes, sino que, como hacen casi siempre, pusieron un claro énfasis e hincapié en atacar el derecho a decidir, con lo que al menos alcanzaron un hito en originalidad porque, aparte fascistas, nazis y soviéticos, debe haber sido la primera vez que unos pocos miles de europeos se manifiestan en contra de que otros millones de europeos voten. A estas se han añadido una larga lista de barbaridades más que indican claramente que la estrategia tampoco ha cambiado. ¿Realmente alguien en Madrid cree que el problema se soluciona a base de falsedades, trucos fotográficos, amenazas, insultos, decisiones conocidas de antemano y sin discusión de Altos Tribunales que no pueden estar más desprestigiados, o aplicando leyes inventadas?.

Mención aparte merece el Sr. Monago, milagroso presidente de Extremadura, la CCAA que menos contribuye al PIB de España, y que sin embargo es la más rica de todas y la única CCAA que no solo no practica recortes sino que mejora los beneficios sociales al tiempo que disminuye los impuestos, que vomitó un discurso sumamente insultante que aunque no llegaba a  cagarse directamente en la madre que parió a todos los catalanes soltaba muchos improperios parecidos o incluso peores como llamarnos ladrones, así en general, y decir que si necesitamos dinero que vayamos a Andorra a buscar el que tenemos allí, pero que ¡¡¡¡SU DINERO NO SE TOCA!!!! en referencia a cualquier tipo de pacto fiscal. De la misma manera que el tal discurso debió aumentar considerablemente su popularidad y el número de sus votantes, como ocurre siempre que algún político luce catalanofobia, el montón de porquería que soltó por la boca debió ser la gota que colma el vaso de muchos indecisos que se deben haber pasado a independentistas furibundos, entre otras cosas para poner una frontera entre Catalunya y tipejos como el extremeño de gran bocota que suelta sapos y culebras siempre que se refiere a los catalanes. ¡¡Vamos bien!!.

La única frase con sentido que he oído en las últimas semanas la dijo Miquel Iceta, nuevo secretario general del PSC, que afirmó que si alguien cree que con que no haya consulta el 9-11 el asunto está solucionado va a cometer un grave error, y yo añadiría que también se equivoca quien crea que con acabar con Mas también se soluciona el problema.

Las tonterías que en las próximas semanas puedan cometer govern y políticos catalanes me preocupan, pero las barbaridades que puedan cometer gobierno y políticos en Madrid me infunden verdadero pánico.