Inmersos en el 15° DerHumALC 07/08/2013
Posted by María Bertoni in 2013, DerHumALC, Cine.trackback
Los lectores indiferentes al séptimo arte en general y/o a las películas concentradas en la problemática mundial de los derechos humanos sabrán disculpar la actualización monotemática que se extenderá durante los próximos ocho días. Seguro entenderán que este festival interesa poco a los grandes medios de comunicación, y por lo tanto reconocerán la importancia de la atención que puedan (¿podamos?) prestarle los medios chicos, incluso un blog de corto alcance como éste.
Tal vez con el respaldo presupuestario, institucional, mediático acordado al BAFICI, el DerHumALC también se habría convertido en otra “amable costumbre porteña” según palabras del ministro Hernán Lombardi. Pero lejos de toda especulación o simple expresión de deseo, lo cierto es que lo único en común entre estos dos festivales son el lugar y año de su primera edición (Buenos Aires, 1999) y la voluntad de prolongarse en el tiempo.
En 2012 más de dos mil espectadores asistieron a las funciones del entonces 14° DerHumALC. Ese mismo año, el BAFICI convocó alrededor de 350 mil personas y 370 mil en 2013. Acaso esta diferencia abismal también refleje el desinterés de una amplia porción de nuestra ciudadanía por los derechos humanos, y/o las preferencias temáticas y estilísticas del cinéfilo porteño promedio. Dicho esto, ojalá la nueva edición de la muestra inicialmente concebida por la Madre de Plaza de Mayo Nélida Navajas de Santucho también consiga atraer un cinco por ciento más de público.
El Festival Internacional de Cine y Derechos Humanos inspira un sentimiento de empatía, al menos en quien suscribe. Por un lado conmueven la búsqueda de financiación y de “alianzas estratégicas” (mencionadas por la directora Florencia Santucho en la presentación anticipada del jueves pasado), así como el apoyo de algunos actores sociales (esta egresada de la carrera de Comunicación celebró la presencia del profesor Sergio Caletti, ahora decano de la Facultad de Ciencias Sociales en la misma ocasión).
También movilizan la impresión de asistir a un trabajo hecho a pulmón y, por supuesto, la oportunidad de descubrir películas con escasas chances de desembarcar en nuestras salas comerciales. Con suerte, los canales premium de la TV paga proyectan alguna tiempo después: por lo pronto ése fue el destino de Polisse y El premio tras su exhibición en el 14° DerHumALC.
Básicamente, éstas son las razones principales por las que Espectadores vuelve a sumergirse en aguas festivalero-cinéfilas. Ojalá más de un lector se le anime al monotema y tenga ganas de acompañar la cobertura.
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