Se trata de una novela de suspense psicológico, que te tendrá en la incertidumbre hasta la última página y con un final un poco rocambolesco pero que no te esperas para nada.En algunos momentos puede ser un poco lenta pero te presenta muy bien el trabajo de la policía en busca de las pruebas y la presión social que puede llegar a existir tras la desaparición de una joven.
Tiene un final para nada predecible de esos que piensas que ya está todo resuelto pero entonces toma un giro inesperado y se cierra de una manera tal, que todo encaja y te sorprende realmente, y que la hace diferente de otras novelas del mismo género. Una novela de suspense muy aconsejable que conseguirá atraparte entre sus páginas. Habrá que seguirle la pista a Jonathan Stride.