Peter Drucker, el gran maestro de los libros de administración decía que "TODAS LAS INNOVACIONES EFICACES SON SORPRENDENTEMENTE SIMPLES". De hecho, considero que el mayor cumplido que puede recibir una innovaciones que alguien diga: "ES OBVIO", solo que a nadie se le ocurrió antes. La innovación se ha convertido en una habilidad indispensable para las empresas que quieren fortalecer su imagen.
La innovación es escoger algo que funciona, mejorarlo un poco y hacer que funcione mejor o, al extremo, de forma distinta y que además nos aporte valor, la sencillez es la base de la innovación, es la clave de esos giros del destino que permiten que un teléfono móvil pueda manejarse tocando directamente la pantalla.
La confusión que genera a muchos el concepto innovación hace que desvíen la mirada de su foco y que equivoquen el camino. Y se equivocan para mal porque no entendiendo el sentido de innovar pierden ventaja competitiva y oportunidad de negocio.
En la empresa, en nuestro día a día, podemos innovar y ello repercutirá en el rendimiento propio, del equipo y de la empresa. Y sí, podemos innovar. No volvamos a complicarnos acudiendo a la confusión. Es muy común pensar que la innovación es tecnología. En realidad no, lo que no significa que la tecnología no sirva para innovar, es un gran complemento.
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También se piensa que la innovación sólo es para grandes empresas, de ahí la pérdida de potencial de negocio por parte de las menores al no ser conscientes de su error de apreciación.
La sencillez y genialidades como las tabletas inteligentes han popularizado la simplicidad. Pero en ocasiones, nos vemos atrapados en una paradoja: deseamos algo sencillo y fácil de utilizar, pero que sea capaz de realizar todas aquellas cosas complejas que deseamos que haga.
El cambio acelerado en los procesos de innovación y el surgimiento de nuevas empresas con modelos disruptivos están exigiendo a las compañías ya establecidas que innoven o mueran.
En este proceso interviene la creatividad, que no es lo mismo que la innovación, yo como diseñador y visto desde mi punto de vista, alguien muy creativo, puede ser no precisamente alguien innovador, si bien la creatividad es emerger con "la gran idea", innovar consiste en ejecutar esa idea y convertirla en algo aplicable y exitoso. La creatividad e innovación son un binomio inseparable. Ambos procesos son dependientes, cuando se quiere llegar a la innovación. De lo contrario, una idea creativa puede quedarse solo en eso, en una idea sin ejecutar.
Las personas creativas son aquellas que comúnmente producen ideas nuevas y que, en ocasiones, estas pueden ser viables, sin embargo, les falta llevarlas a cabo para convertirse en personas innovadoras. Si bien para producir ideas nuevas una y otra vez se necesita creatividad, esta se queda corta cuando se trata de trabajar para resolver un problema a través de una solución innovadora. Alguien creativo piensa ideas, pero estas no están atadas a resultados. En contraste, un innovador no solo es capaz de generar ideas nuevas, sino que también tiene la habilidad de plasmar esa idea en una nueva solución que se traduzca en un nuevo producto o servicio que, gracias a sus capacidades, pueda producir resultados. Por todo esto, es importante tomar en cuenta que, si bien la creatividad no es suficiente, es necesaria porque participa en el proceso de innovación de manera fundamental.
La innovación es un imperativo para crecer, tanto para las empresas como para las economías. Si cada empresa -no importa el tamaño que sea- concentrara sus esfuerzos en hacer las cosas diferente al resto, tendríamos empresas más fuertes y capaces de sobrevivir la incertidumbre.
Hay una frase que me gusta mucho con el tema de innovación:
"La innovación consiste en ver lo que todo el mundo ve, y pensar lo que nadie piensa".
Fuente: https://www.merca20.com/innovacion-vs-creatividad/