Título original: Death Drums Along the River
Director: Lawrence Huntington
Guion: Lawrence Huntington, Kevin Kavanagh, Nicolas Roeg, Harry Alan Towers. Novela: Edgar Wallace
Fotografía: Robert Huke
Género: Policíaco, Intriga
Reparto: Richard Todd, Marianne Koch, Albert Lieven, Walter Rilla, Jeremy Lloyd, Robert Arden, Vivi Bach, Bill Brewer, Simon Sabela
Argumento
Harry Sanders, un policía británico que trabaja en África –en la región de Gondra, en la Costa de Oro- está investigando un caso de asesinato acaecido en un hospital del lugar, cuando las pistas le conducen hasta una mina de diamantes escondida.
Pues una adaptación al cine de una novela e intriga y misterio del célebre (por aquél entonces) Edgar Wallace. Y no precisamente de las mejores, aunque casi ninguna fue demasiado buena.
En esta ocasión tiene como alicientes, el ser en color y estar coproducida entre, además de Alemania del Oeste, como era habitual, por Gran Bretaña (ahora Reino Unido).
El resultado es una film dirigido de forma rutinaria que, salvo un par de momentitos, no tiene nada destacable.
Se ve como quien oye llover y el tedio está presente durante todo el metraje.
Las actrices son guapas y el paisaje precioso (la fotografía a todo color y gran pantalla, de Robert Huke, está bien), pero no tiene mordiente ni fuerza dramática y la intriga está llevada de forma rudimentaria.
Narrada sin ninguna imaginación, se olvida al de pocos minutos tras su no poco cansina visión.
Un rollete.