Insectos, ¿En el Plato?

Publicado el 01 enero 2016 por Lordagar

El  parlamento europeo ha impulsado la autorización de nuevos alimentos cómo los insectos, hongos y productos realizados con técnicas nuevas.

Realmente solemos consumir una parte proporcional muy pequeña de los siete millones de especies existentes en nuestro planeta. Sí alguien se encuentra cansado de seguir las dietas habituales más extendidas, tiene opciones suficientes.

Los siete mil millones (aprox.) de población mundial, aumentan día a día, y el precio de la comida, sube y sube.

Esta situación ha hecho emerger a escena, la teoría de que ante la falta de alimentos consumidos generalmente hoy en día, hay que incluir en nuestra dieta los insectos, cómo solución para satisfacer el consumo de alimentos necesitados por la población.

En Asia, América Latina y África, tienen por costumbre comer insectos, aunque en muchos países nos cuesta, nos extraña, e incluso nos resulta repugnante y desagradable.

Existen razones nutricionales, ya que contienen proteínas, minerales, vitaminas y grasas. Razones económicas; un kilo de insectos se produce con dos kilos de alimento, mientras que el ganado necesita para un kilo de carne, ocho kilos de alimento. Según la FAO (Departamento de la ONU para la alimentación), casi toda la población mundial comerá insectos en el 2050.

En Europa no es frecuente encontrar insectos en nuestros platos, pero el ganado si los tiene incluidos dentro de su dieta diaria. En África suele ser un producto base en la cocina, barato, al contrario que en Europa, cuyos precios no lo son tanto; 150€ un kilo de grillos.

Desde hace años, que países cómo China, India, Japón (entre otros), tienen establecidos sistemas de producción alimentaría a lo largo y ancho del planeta, para cubrir su demanda interna de alimentos, principalmente por culpa de la afectación del cambio climático y la falta de espacio cultivable,  que impide un suministro completo a toda su población.

Comer insectos no representa un riesgo para la salud, pero nuestra mentalidad puede impedirnos dar el paso. Se dice que:  “esto queda para los curiosos y aventureros”.

Naturalmente, en las poblaciones dónde más extendido está el consumo de insectos, son personas que ante la poca cantidad de carne o pescado a la que pueden acceder, o tradiciones culturales nacidas de esta insuficiencia, o un desorbitado aumento de población, obliga a tener alternativas de alimentación cómo por ejemplo, los citados insectos.

La ONU, explica que los 2.300 millones de personas añadidas que existirán en el 2050, aumentarán en un 70% la demanda de alimentos cárnicos, siendo los insectos, la formula para combatir el hambre mundial. En un informe realizado por su departamento alimentario (FAO), también afirman que mejora la seguridad alimentaría, la nutrición, y reduce la contaminación; la industria animal contamina más que los aviones y medios de transporte utilizados actualmente.

Eva Muller (FAO), escribió en su informe:

“los insectos son un alimento muy adecuado para la alimentación humana así como la del ganado, tanto desde el punto de vista nutricional (buena fuente de energía, proteínas, fibra o minerales) como de sostenibilidad en la producción, y lo que podría suponer para zonas en desarrollo el cultivo y tratamiento en masa de insectos, el cual requiere de menos tecnología asociada”.

Ante el rechazo de las personas a consumir insectos de forma directa, existen empresas que ya producen barritas de proteína con fruta, frutos secos y harina de grillos, así cómo galletas con el doble de proteínas, y la mitad de azúcar que una galleta tradicional.  La creadora de las galletas, Megan Miller dice:

“el objetivo principal de estos preparados es conseguir que los humanos consuman insectos pero evitando que piensen que lo están haciendo”.

Mark Lundy y Michael Parrella, investigadores de la Universidad de California, publicaron en su investigación que:

“la producción de insectos con alto valor nutricional requiere una alimentación de calidad, y cara en muchas de las especies que se están posicionando como la panacea para el futuro de la alimentación mundial” .

En sus pruebas, Mark Lundy y Michael Parrella:

“las buenas cifras que otorgaba el estudio de las Naciones Unidas a los insectos, sólo es posible con una alimentación de máxima calidad. Conforme se bajaba la calidad del mismo, el crecimiento de esos grillos era insuficiente hasta el límite de provocar su muerte” .

Una vez revisados los estudios de sesenta expertos en entomofagia, nutrición y biología, la FAO se posicionó claramente:

“comer insectos es bueno; primero porque son nutritivos, variados, económicos y hasta deliciosos; y segundo, porque son una vía para luchar contra el hambre en este planeta de demografía en vertiginoso aumento” .

“al parecer, criar insectos de forma sostenible no solo puede ayudar a evitar la sobreexplotación forestal, bajar los costes a nivel industrial de productos como la harina, producir mucha menor cantidad de emisiones a la atmósfera, e incluso ser utilizados para descomponer los desechos; además, la recolección y cría de insectos, pueden generar empleos e ingresos en efectivo para muchas familias” .

¿ Qué alimenta más, unos insectos o un buen filete ?

-Sí hablamos de proteínas, los insectos. Los números así lo confirman.

En otros aspectos quizá gane el filete, ya sabemos cómo es el ser humano.

Tenemos empresas que llevan años trabajando en la producción y comercialización de insectos para el consumo; sí llega el momento en que nuestra dieta, consista en su totalidad de insectos, esperemos tener dinero para comprarlos, porque hoy ya sabemos a ciencia cierta, que las empresas altruistas no lo son, y todas las inversiones previas que hayan realizado, nos las harán pagar con creces.

Sí las previsiones de la FAO se cumplen, los insectos evitarán el hambre en el mundo, darán pienso para nuestros animales, y garantizarán el futuro de la humanidad.

Sólo nos queda una cosa:  !!probarlos¡¡ 

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