Los hermanos Coen llevan bastante tiempo diciéndome que todavía no todo está perdido dentro del mundo del cine contemporáneo. Que sigue ocurriendo esos precipicios que se asuman en tu estómago cuando conectas con una historia cinematográfica. Cuando te la crees y la haces tuya.
En ‘Inside Llewyn Davis‘, o como se ha llamado en España ‘A propósito de Llewyn Davis‘ es un canto de amor hacia las raíces de de la complejidad más simple que existe en el cine: contar lo cotidiano. Acostumbrados a que conozcamos historias ostentosas y poco creíbles, pero con las que todos soñamos, se descubre esta película como el día a día. Algo que nos puede pasar a todos. Un canto a aquellos que intentan destacar, por encima de todo, y sólo unos cuantos consiguen. En este caso es la música, pero cuántas veces nos habremos dicho “por qué yo no”, seamos escritores, científicos, actores, etc. En cualquier momento uno quiere dejar huella y triunfar, de eso alimentamos nuestros sueños, de dejar la impronta en la vida de los demás.
Quizás muchos oiréis decir que es la menos Coen de los Coen. Pero se sigue notando sus carismáticos guiños humorísticos. Ese gusto por los personajes variopintos, los detalles al milímetro, el humor sutil y el amor por las raíces americanas y esas frías carreteras. Joel Coen y Ethan Coen han querido rendir homenaje a todos aquellos que fraguaron la música folk en noches y bares. Una música metafórica y llena de guiños al pasado, que comenzó a gestar un movimiento que no volverá a repetirse.
Durante los 105 minutos uno puede ponerse en el lugar de Llewyn, empatizar con él e incluso tener ganas de darle un sermón. Sin duda la firma de Óscar Isaac en este personaje es fantástica. Tiene todo lo que hay que tener para ser un verdadero cantante de folk. Bohemio, depresivo, amante de lo que hace y ganador/perdedor. Todos lo somos en ocasiones, nadie se libra de la montaña rusa de creer en lo que uno hace.
Aplaudiría sin lugar a dudas el gusto de Joen y Ethan por buscar esa atmósfera y fotografía. La recreación de aquellos tiempos mediante los escenarios, la vestimenta y la estética es estupenda. No sólo la música hace que adores aquellos tiempos, sino todo lo que rodea a los personajes. Eso sí, lo mejor ha sido volver a escoger a T-Bone Burnett como productor, que ya nos deleito con su gusto en ‘O Brother!‘
Sin duda alguna el amante de este estilo musical vivirá una experiencia increíble y si está bien atento puede descubrir muchos detalles que a simple vista parecen no estar.