El impuesto a las transacciones financieras, sugerido en los años 70 por el economista James Tobin y despreciado durante cuatro décadas por la burocracia política y económica, ha tomado un importante giro para convertirse en realidad. En abril de este año la organización The Robin Hood Tax, lo tomó como una bandera de lucha con una serie de videos como éste que interpreta el actor Ben Kingsley, en el cual es asaltado en un estacionamiento por una pandilla que luego de revisar su cartera, las llaves del coche, el teléfono móvil y el portafolios, le devuelve todo excepto cinco peniques.
The Robin Hood Tax, junto a Amigos de la Tierra y ActionAid, entre otros, han logrado el apoyo de 183 organizaciones de 42 países que, en conjunto, han emitido una petición a los líderes del mundo que se reunirán en Corea del Sur esta semana, para imponer un impuesto sobre las transacciones financieras que permita ayudar a cubrir los costos de la crisis económica y apoyar a las naciones que se han visto más afectadas por la crisis. La carta está dirigida a los líderes del G-20, incluyendo el primer ministro del Reino Unido, David Cameron, y el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
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