Instituciones inoperantes

Publicado el 01 octubre 2014 por Carlos Armando Cuervo @albinoni6

Rio Cali sep 25 de 2014


Otra vez se presentan acontecimientos sumamente intrincados, entre los cientos que a diario ocurren en el país, que transmiten esa sensación de zozobra de cómo están funcionando nuestras instituciones. Sobre todo las que deben velar por nuestra seguridad personal y ambiental además de la administración de justicia.
Ocho periodistas amenazados de muerte en el Valle del cauca por una banda criminal y nuestras autoridades sin realizar el menor pronunciamiento.
Un ingeniero civil residente en Medellín huye del país con su familia por amenazas contra su vida por el simple hecho de haber cumplido con el deber, al realizar el peritaje sobre las deficiencias estructurales del edificio Space, cuyo derrumbe parcial ocasionó 12 muertes.
Se denuncia desde la OEA un nuevo atentado contra un líder campesino en el Valle del Cauca que dirige a un grupo de agremiados en la búsqueda de restitución de tierras.
Las instituciones que gestionan, ejecutan y emprenden labores culturales en el valle del Cauca se encuentran en eminente riesgo de abandonar su tarea, porque no disponen de los recursos necesarios que el estado debe entregar para desarrollar expeditamente sus labores, en este caso la gobernación departamental.
El río tutelar de Cali agoniza como producto de las mala planificación en el manejo de la cuenca y el exceso de contaminación. En la semana anterior los olores nauseabundos y el color negro de sus aguas fueron el culmen para lanzar una alerta auspiciada por la ciudadanía hacia las autoridades ambientales, pero como siempre la respuesta es vaga y tímida. Habrá que esperar a que se desate alguna crisis sanitaria para que en ese caso las autoridades tomen el asunto en serio.
Estos eventos nos remiten hacia inquietantes experiencias pasadas que nos recuerda como este es un país en que las instituciones son frágiles además de dirigidas y compuestas en muchos casos por funcionarios negligentes.
En Colombia como en muchas naciones subdesarrolladas desde México hasta Argentina, este inri es el producto de la mala dirigencia que estableció instituciones excluyentes que se limitan a sostener a un notariado indolente el cual se alimenta vorazmente sin meditar sobre la penuria que causan con sus acciones.
Solo me resta añadir que cuando acciones como estas se acumulan en tan poco tiempo, su impacto destruye la credibilidad en nuestro sistema e invitan a muchos nuevos compatriotas a mirar el horizonte en otras latitudes del planeta. Seguimos a la espera de verdaderos líderes que orienten al país hacia mejores momentos.