
Ese posible cambio, por el momento no es más que una idea del fabricante californiano, traería consigo una nueva interfaz SATA, la cual contará con alguna diferencia en el apartado físico, nunca en su funcionamiento interno.
Además, el adelgazamiento que quiere Intel para los discos duros de sus ultrabooks, equipos que tratan de minimizar sus grosos al máximo, conllevaría una menor capacidad de almacenamiento puesto que usarían menos platos, aunque pretenden conseguir unidades con 1 TB para 2015.
Ahora sólo queda esperar la respuesta de los fabricantes de discos duros, aunque puesta la idea sobre la mesa, no tardaremos mucho en ver los primeros prototipos o productos finales.
Vía: Xataka