Ahora abarcaremos un tema de la bioética que se encuentra muy arraigado en la sociedad post-moderna en la que nos encontramos, por lo que es de suma importancia desde ahora leer con detenimiento y tener buena clasificación para los conceptos con un espíritu crítico, para que así el tema no se preste para confusión y ambos queden muy bien definidos.
Por consiguiente, expondremos un poco los fundamentos, conceptos, sobre la inteligencia artificial teniendo como fuente la revista de la universidad de Nueva Granada de Colombia por parte de Jairo Villalba, que apoyado en otros autores dice que la Inteligencia artificial “Se ha convertido en un escenario tecno científico que bajo el marco básico de una disciplina transversal “busca entender, modelar y replicar inteligencia y procesos cognitivos, involucrando variables matemáticas, lógicas, mecánicas y principios y desarrollos biológicos” (Frankish y Ramsey, 2015. p. 3)”. He aquí entonces el primer fundamento, entendiendo que juega o trabaja con una serie de elementos en la que se hace aún más difícil llegar a concretar un concepto claro de la inteligencia artificial, no obstante, no se puede dar por entendido aquello que no se encuentra explícito o que no se ha dicho, por tal razón, viendo la base de Villalba observamos que el tema de los principios cognitivos entra como base, esto precisamente porque estamos hablando de inteligencia y esta va acompañada de cuadros matemáticos, lógicas y mecánicas, es decir, de la ciencia en la que el hombre interviene y por ende es generador de cambios. Por eso, es importante destacar la relación que existe entre la inteligencia artificial y el transhumanismo, entiéndase este desde la revista antes mencionada como aquel que “Cuestiona la posibilidad y conveniencia en la transformación de la condición humana, creada y desarrollada mediante tecnologías que disminuyen el envejecimiento de la persona, su capacidad intelectual, física, y psicológica” (Russel y Cohn, 2012,P. 58)” de manera que la inteligencia artificial interviene en el desarrollo cognitivo del hombre, el científico es denominador y el hombre que se ha sometido es dominado, controlado por manos humanas y al mismo tiempo por procesos tecnológicos.
Ahora bien, la estrecha relación que se guarda entre el transhumanismo y la inteligencia artificial es precisamente que ambas pasan por el ciclo de vida, tecnología e información, hasta llegar a la nanotecnología, tema que abarcaremos más adelante. Siguiendo entonces con nuestro tema, es importante mencionar el génesis de la inteligencia artificial partiendo desde el punto filosófico con René Descartes y su postura frente a las dos substancias, material y la otra espiritual esto según lo planteado por Flórez y que lo utiliza Villalba como cita para su línea de investigación. Otro exponente, fue Bacon al escribir su obra “The New Organon” y plantear que “Todo conocimiento deriva de la experiencia, y en particular de la experiencia de los sentidos”[1]. Lo que se está planteando en ambos casos es una cuestión que está por encima de lo visto, de aquello que es palpable, es admitir la realidad de lo sensible, es así pues como la inteligencia artificial comienza a perpetuarse e inicia atacando el sistema neurológico[2] y al mismo tiempo era estructurado en principio por científicos y filósofos, como era la costumbre en aquel tiempo, de esta manera va surgiendo lo que hoy conocemos como inteligencia artificial y que al principio se planteaba con un logaritmo, luego viene la intervención del hombre con la formulación de la máquina y se mezcla entonces la inteligencia[3], el problema ético surge entonces con la maquinación del hacer, es decir, la relación interpersonal con una máquina y no con otra persona, hasta qué punto entonces el hombre es capaz de decidir? Es la formulación principal en el plano ético al hablar de inteligencia artificial y dejamos precisamente la pregunta al aire para que el lector pueda sacar sus conclusiones del tema y que no se vea influenciado por una corriente o por conceptos expuestos de nuestra parte, no obstante, para fomentar el criterio y la capacidad de construirse una postura frente a esto, exponemos el enfoque encontrado en la revista publicada por Villalba “Los trabajos desarrollados en inteligencia artificial, han permitido evolutivamente Categorizarla bajo cuatro enfoques (Cairó, 2011, p.15), sistemas que piensan como humanos, sistemas que piensan racionalmente, sistemas que actúan como humanos y finalmente en sistemas que actúan racionalmente.”[4] Con este enfoque entonces y con las reflexiones hechas a lo largo del tema esperamos sea de apoyo para una elaboración crítica del tema por parte del lector.
Habiendo desarrollado la inteligencia artificial, no podemos dejar de lado la nanotecnología, por lo que ahora haremos reflexiones y expondremos conceptos para que al finalizar esta síntesis se puedan crear posturas individuales y con criterios propios. La nanotecnología hay que tener en cuenta su mezcla, vinculando la ciencia con la caracterización de partículas[5], una de las grandes caracterizaciones que ha tenido precisamente la nanotecnología es que impacta en la vida humana con el sentido de algo novedoso y es precisamente lo que hace que el hombre fije su mirada en él y comience a desarrollar técnicas, métodos, fórmulas para llevar a cabo un fin. Desde 1983 se viene hablando y avanzando en tema de nano-ciencia y tecnología, ambas mezclan pertenecen a una cantidad de científicos que fueron descubriendo partículas que se podían enlazar para crear algo más grandioso de lo que ya se encontraba tanto en laboratorios como a nivel humano, sin embargo, otros sostienen que es una creación reciente y muy cotidiana[6] que ha logrado penetrar incluso las grandes industrias, tal es el caso de “La pasta de dientes con nanopartículas que mejoran la absorción del flúor al esmalte”[7] todo esto a simple vista parece ser muy novedoso y he allí el triunfo, sin embargo, el problema de la nanotecnología es que no se encuentra claro el modo para adquirir el fin, es decir, cómo se lograron tener los avances o a través de qué para llegar a una mejora, y otra de las preguntas es si esta ha de traer consecuencias, ninguna de estas dos objeciones aparecen dentro del tema y es evidente porque la comercialización es lo primordial, ahora bien, el tema es tan confuso que se presta para un cambio de nombre o comercialización de impacto, pero también para juicios por métodos aplicados a través de ella, tal es el caso con la unión Europea que asigna bajo el nombre de nanoética[8] la responsabilidad de la llamada nanotecnología esto como una urgencia para responder a los problemas éticos que esta conllevaba y darle respuesta.
Es importante tener presente que de la nanotecnología son muy pocas las investigaciones conceptuales que se tienen, sin embargo, es un tema que va en avances incluso a nivel jurídico, así mismo entender la nanotecnología es comprender el afán del hombre en su respuesta ante hechos trascendentales o no comprobables, entender la cantidad de partículas que se pueden distribuir a lo largo del cuerpo humano para obtener un resultado y después estos sean estadísticas de comportamiento o patrón social es complicado y merece estudios y seguimientos para no hacer prejuicios tempranos al respecto, otro factor del tema y quizás hasta riesgoso es el manejo de nanotecnología en la vida cotidiana[9] y es que muchas personas no saben, no manejan información acerca de esto que se presenta como novedoso, como de impacto y luego del tiempo pueden estar sufriendo grandes daños por la nanotecnología. Queremos dejar en claro que los científicos y personas que se encuentren detrás de estos avances le es inoportuno hablar de riesgos y aclarar en el producto un componente con un fin, por lo que aquí se considera primordial el impacto que el contacto, es decir, importa más que salga al mercado, que la relación de aceptación-rechazo que esta pueda generar por una explicación que científicos la ven innecesaria. Sin embargo, consideramos que una de las razones por la cual no se da a conocer es precisamente por tema de mercado, pero el trasfondo que se esconde es: ¿cuáles son los métodos que se utilizan, que riesgos puede traernos? No hay una responsabilidad ni sentido de hacerlo, la ética de la nanotecnología queda aislada del hombre, no se vive el presente, sino que al contrario se piensa en lo que puede llegar hacer o en lo que se puede llegar a convertir con el paso del tiempo pasando por encima de lo humano, porque al final lo que importa es el triunfo y no el ser humano, sino los avances tecnológicos que lo alcanzan, de manera que entonces se hace necesario una ética de la libertad responsable con compromisos en el ecosistema, en la naturaleza y en el hombre como generador de cambios[10], es concientizar a la humanidad que lo artificial no siempre conviene para el desarrollo social.
[1]Villalba 140.
[2]Cfr. Villalba 141.
[3]Cfr. Villalba 141.
[4]Villalba 142.
[5]Cfr. Bioética y nanotecnología 64.
[6]Cfr. Bioética y nanotecnología 65.
[7]Bioética y nanotecnología 65.
[8]Cfr. Bioética y nanotecnología 65.
[9]Cfr. Bioética y nanotecnología 67.
[10]Cfr. Bioética y nanotecnología 69.