"INTEMPERIE" de Jesús Carrasco

Publicado el 19 marzo 2014 por Marianleemaslibros

"En realidad, no había preparado su marcha. Simplemente, un día, una gota derramó un caldero.
A partir de ese momento, brotó en él la idea de la fuga como una ilusión necesaria para poder soportar el infierno de silencio en el que vivía. Una idea que se empezó a formar en su mente en cuanto su cerebro estuvo listo para albergarla y que ya no le abandonó nunca más.
Salvo el morral y la precaución de escapar en una noche sin luna, no había hecho ningún otro preparativo ni cálculo. En todo caso confiaba en sus conocimientos para abrirse paso con mayor soltura. Al fin y al cabo, él era tan hijo de aquella tierra como las perdices y los olivos"Un chico deambulando por el monte alejándose de su pueblo, de su padre, del alguacil, huyendo como alma que lleva el diablo. Y un viejo pastor, sin más compañía que su burro, su perro, sus cabras.
Dos seres solitarios muy necesitados el uno al otro, que si bien podrían haber seguido rumbos distintos y no haberse cruzado nunca en el camino, probablemente estaban predestinados a encontrarse, a unir sus destinos.
El cabrero recibirá del niño ayuda en sus quehaceres cotidianos, compañía, alguien con quién hablar. Y el pequeño obtendrá a cambio alimentos, protección, amparo, calor humano.
"Así era como empezaba a regularizarse su convivencia. El pastor, reducido por la creciente sequedad de sus articulaciones, tendido bajo el cielo inclemente. El chico, como una extensión tónica del viejo, dispuesto para el laboreo que el llano y la intemperie les imponían".
Pero los perseguidos no tendrán ni un minuto de tregua, de descanso, conociendo de primera mano hasta donde es capaz de llegar la crueldad del ser humano.
"Entendió que el viejo no sería quien le entregara la llave al mundo de los adultos, ese en el que la brutalidad se empleaba sin más razón que la codicia o la lujuria"
¿Podrá el niño sobrevivir a la intemperie? ¿Será capaz de deshacerse de sus hostigadores y volver a casa?Jesús Carrasco nació en Olivenza (Badajoz), aunque hoy vive en Sevilla. Trabaja compaginando su oficio de publicista con su gran pasión, la escritura.
Ya entrado en la cuarentena, se define a sí mismo como alguien silencioso, de pocas palabras. Ha pasado más de la mitad de su vida en el campo, lo cual no me sorprende después de haber leído Intemperie, se nota que sabe de lo que habla. De hecho, afirma que no tiene coche y que va a todas partes andando o en bicicleta.
Esta es su primera y única novela, que ya ha sido traducida a más de 7 idiomas y vendida a 13 países antes de su publicación en España (Seix Barral, 2013)
He leído varias entrevistas a Jesús y quiero resaltar un fragmento que me ha llamado mucho la atención, reconociendo que el tema principal de su novela es la dignidad:
"La dignidad surge en cada esquina. Solo hay que verla, es como la belleza o el arte, y consiste en ser capaz de mantener la postura después de sufrir las inclemencias de la vida. Eso me interesa muchísimo, y quiero ser capaz de dirigir mi vida en esa dirección. Ser capaz de mantener la postura, de ser esa persona que en el metro, cuando alguien está siendo agredido, interviene".
Se ha dicho de Jesús Carrasco que une la riqueza de Miguel Delibes con la fuerza de Cormac McCarthy, aunque yo francamente, la comparación con Delibes no la veo. Cierto es que en todo caso, algo podría recordármelo su prosa rica e inagotable y su estilo impecable.
De McCarthy no he leído nada, así que no puedo opinar, pero sí tengo que reconocer que en varias ocasiones me ha venido a la mente la forma de escribir de Coetzee (en su novela "Desgracia").
Desde mi punto de vista, ambos coinciden sobre todo, en su capacidad de lacerar el alma del lector con sus palabras, de penetrar muy hondo con lo que cuenta y como lo cuenta
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Intemperie es una narración atemporal, sin un lugar ni una época definida. Se podría pensar que también impersonal, por la ausencia de nombres. Pero todo lo contrario, lo que el autor pretende y consigue con este recurso literario, es no distraernos de lo verdaderamente importante de la trama.
"Generalmente, mientras trabajo en la estructura general del texto, etiqueto a los personajes con iniciales o adjetivos. Supongo que tengo la esperanza de que, más tarde, tras muchos meses conviviendo con esos caracteres, haya algo en ellos que me permita ponerles un nombre apropiado. En el caso de Intemperie, digamos que no se dio esa revelación, y a mí no me importó, porque me parecía que el reloj funcionaba bien sin esas piezas. En cuanto al tiempo y al espacio, sucedió algo similar. ¿Para qué ubicar la acción en un lugar o en otro? ¿Qué importa el topónimo, si el escenario está suficientemente trazado?"
La edad de nuestro pequeño protagonista, la desconocemos, pero mi imagen mental fue en todo momento la de un niño de unos 9 o 10 años.
Hay pocos personajes, sólo tres importantes: el niño, el cabrero y el alguacil, y ello le permite al autor ahondar más en ellos, dotarlos de mayor profundidad.
Adquiere también relativa importancia el territorio donde se desenvuelve el argumento, un paisaje desolador, hostil, árido, inhóspito, donde la supervivencia se hace muy difícil y que invita a la violencia.
Los diálogos también escasean, pero ello no le resta fuerza a la novela, porque aunque tanto el viejo como el niño hablan poco, Jesús Carrasco consigue que, más que saber lo que piensan, lo intuyas, pincelando la historia con acertados toques de incertidumbre y misterio. Tampoco se recrea en las circunstancias que hacen huir al niño, solo nos da ciertas pistas que nos permiten hacernos una idea de la situación, pero no necesitamos saber más.
"Pensar en perros le aflojó el estómago porque el alguacil protegía su mansión con uno del color del chocolate. Dóberman, lo llamaba. Orejas como pinchos sobre una cabeza de piedra y el hocico embreado que le revolvía la ropa y le hacía tambalearse. Muchas fueron las veces que el alguacil le sometió a su presencia cuando se resistía a sus deseos. El pensamiento como un cincel frío sobre sus tiernas fontanelas o una afiladísima gubia levantando la piel de sus codos en busca del hueso blanquecino. Se encogió temblón hasta agarrarse las piernas y se orinó en los pantalones por segunda vez en una semana".
¿Qué me ha parecido? ¿Me ha gustado?
Sí, me ha gustado, y mucho. Me ha parecido un relato potente, duro, bien entramado, que ha conseguido engancharme y transmitirme muchas cosas.
"La intemperie le había empujado mucho más allá de lo que sabía y de lo que no sabía acerca de la vida. Le había llevado hasta el mismo borde de la muerte y allí, en medio de un campo de terror, él había levantado la espada en lugar de poner el cuello. Sentía que había bebido la sangre que convierte a los niños en guerreros, y, a los hombres, en seres invulnerables"
Por último deciros que, lo tengo en formato epub: SI ALGUIEN ESTÁ INTERESADO EN LEERLO, ME LO PUEDE PEDIR POR EMAIL (como cualquier libro reseñado en el blog) y yo se lo prestaré muy gustosamente.