Intemperie de Jesús Carrasco, elegido libro del año 2013....

Publicado el 15 noviembre 2013 por María Pilar @pilarmore
Intemperie de Jesús Carrasco, elegido libro del año 2013.
Es un libro de 224 páginas, se lee de un tirón y te atrapa con las vicisitudes que acontecen al niño protagonista, acechado por los mil peligros que se va encontrando en su huida para ponerse a salvo de su perseguidor. Es un relato sobre la supervivencia y la solidaridad. Una vez leído, se te queda bullendo en la mente. Puede gustar o no, pero no deja indiferente.Un niño y un viejo, las dos etapas más indefensas de la vida, se ven obligados a huir de un mundo gobernado por la violencia en el que son tratados de manera brutal y vejatoria. En su huida por la supervivencia, la naturaleza hostil con la que se encuentran les ofrece una sequía eterna y un sol abrasador. Todo ello hace que tengan que afrontar condiciones difíciles de soportar. No es una novela de ficción, la dura realidad que nos cuenta, aunque el autor no nos indica ni el tiempo ni el lugar, está muy pegada a la realidad del campo rural de la España interior hacia mediados del siglo pasado. Muy acertado el título de Intemperie porque refleja ese estar a expensas de lo que te sobrevenga sin techo ni protección alguna.
El lenguaje cuidado del narrador que te ofrece de forma descriptiva la visualización de cada zona por la que pasan, así como el cuidado de los detalles, contrasta con la desnudez y escasez de los personajes. El laconismo del lenguaje de estos, propio de las gentes de esa época y lugar, refuerza el realismo de la obra. A veces, las florituras y el lirismo del autor te hacen perder el hilo argumental para valorar una comparación descriptiva o el significado de alguna palabra. Todo el derroche lingüístico con el que te encuentras de parte del narrador/autor es de gran riqueza, pero pierde carga emotiva que sí te ofrecen los propios personajes de la obra.Nadie tiene nombre propio, se les conoce como el chico, el viejo y el alguacil.
El viejo pastor representa el pasado, la miseria se ha instalado en su vida, pero es fiel a unos principios de solidaridad y justicia, honradez y lealtad. A pesar de las duras circunstancias intenta vivir con dignidad y su gran calidad humana queda perfectamente retratada.
El aguacil es un hombre maduro, nuevo rico, corrupto y dominante. Parece tener sometido a todo el pueblo que queda silenciado desde el primer momento. Representa el tiempo presente en la novela.
El niño representa el futuro. Es el auténtico protagonista. Tiene que aprender a sobrevivir en un territorio hostil y no cree que la bondad exista hasta que se la encuentra en el cabrero. Conoce las dos formas de afrontar la vida desde su infancia porque ha estado en contacto tanto con el pastor como con el alguacil. 
A través del niño, el autor enciende un atisbo de esperanza. Esperanza que no es fácil de asimilar cuando el libro te pesa como una losa con los sufrimientos del niño provocados por la miserable naturaleza humana cuyos poderosos tentáculos llegan a cualquier lugar. Para sobrevivir ¿ejercerá la violencia que ha mamado? O por el contrario ¿crecerá con los rudimentos de una moral que ha visto en el pastor?