La derrota ante el Chievo ha desatado una mini crisis en el Inter. Desde que venció al Genoa (0-1), el equipo no ha vuelto a ganar, –fue goleado por el Tottenham en Londres, sumó empates ante Brescia y Lecce y fue derrotado por el Milan en el Derby- y en torno a la continuidad de Rafa Benítez ya se empiezan a tejer innumerable cantidad de rumores.
Según publicó en su edición de ayer el periódico Il Corriere della Sera, la lista de candidatos para suceder al entrenador español es bastante amplia e incluye nombres tales como los de Capello, Leonardo, Rikjaard, Zenga y Simeone. Increíble pero real.
Así las cosas, habló Máximo Moratti y si bien no ratificó explícitamente su confianza en el entrenador, dejó entrever que no piensa que sea necesario un cambio de timón: “Las justificaciones son las que conocíamos ya antes del partido: las bajas y la imposibilidad de cambiar las cosas, de tener mayor vivacidad. Pero seguiremos adelante intentando responder en los desafíos del campeonato y sobre todo en la Champions League”.
Sabía Benítez, ni bien tomó las riendas del “Neroazurro”, que asumía un reto difícil. No es fácil dirigir a un equipo que viene de ganarlo absolutamente todo la temporada pasada. La autoexigencia es mayor, sobre todo para impedir que los futbolistas se relajen.
No ha sido ni es este un problema para Benítez, quien si ha sufrido innumerable cantidad de bajas por lesión (Maicon, Chivu, Samuel, Thiago Motta, Pandev, Milito y sigue la lista…), lo cual no le ha permitido trabajar como seguramente hubiera deseado.
Puede entenderse entonces, el rendimiento dispar y hasta si se quiere mediocre –exceptuando claro, algunos encuentros en los que la producción fue dentro de todo buena- que hasta aquí ha mostrado el equipo. Dicho esto, esta más que claro que no es la única razón.
Apostando por Coutinho y Biabiany, ratificándole la confianza a Sneijder y ubicando a Eto’o bien de punta, Benítez ha intentado hacer de este Inter un equipo menos pragmático y mas atractivo, que lleve el peso del encuentro y no especule con el desacierto rival.
No lo ha logrado y encima su once ha perdido consistencia defensiva y dominio en la zona central del campo, lo cual se ve reflejado en la cantidad de veces que ahora le llegan por partido –Chievo pudo hasta golearlo- y la facilidad con la que le convierten.
Sexto en el Calcio, a nueve unidades del líder Milan, el Inter que hace unos meses atrás festejaba en el Santiago Bernabeu la obtención de su histórico triplete, vive horas de incertidumbre.
Una victoria este miércoles ante el Twente –de producirse aseguraría la clasificación del equipo a octavos de final de la UCL- tal vez sirva para aquietar las aguas y permitirle a Rafa Benítez seguir en la búsqueda del Inter que pretende y que hasta aquí no se ha visto.