Es lo mismo que ocurría en los albores de internet, hasta que llegaron los buscadores: ya no hacía falta saberse la dirección, ellos te decían adónde ir. Esa es la nueva etapa a la que se han lanzado, pero tienen un problema: si preguntas “precios leche” y el contestador te da 30 resultados, cuando el usuario termine de escuchar las 30 opciones, no recordará cuál le parece mejor. Así que ahora el equipo indio del que partió la idea está trabajando en cómo acotar los resultados. Y otro de los retos es mejorar el reconocimiento de voz, por la disparidad de acentos y los errores al deletrear palabras.
Y ahora, a bucear en los resultados
Una vez llegado a la web hablada que queríamos, puede que haya demasiada información. Para ahorrar tiempo y ayudar al usuario, ahora hay una orden vocal de avance rápido; pero los informáticos han “marcado” algunas frases donde otros usuarios se pararon para que las lea más lentamente.