El eCommerce en España crece y seguirá haciéndolo aún más. Ha llegado el momento en que toca apostar por un campo aún con mucho espacio para desarrollarse y un enorme potencial. Y es que, vivimos momentos todavía de compras aburridas, en que el proceso suele ser bastante individual y en que, en general, la opción más social que encontramos es la de compartir productos con nuestras redes.
El espacio de innovación dentro del eCommerce
¿Esto es todo lo social que a lo que podemos aspirar? No. Aún nos queda hacer un giro definitivo hacia una visión social, aunque ya vemos muchas pruebas y experimentación que están haciendo labores de trailblazing que debemos aprovechar. Por ello, vamos a dedicar este mes a analizar en este blog el fenómeno del Social Commerce en que últimamente estamos trabajando y del que cada vez se habla más.
F-Commerce, groupones, wishlists sociales, recomendación de productos… Muchos nombres, nuevas fórmulas y tendencias novedosas dentro de un entorno como es el del comercio electrónico que comienza a vivir una revolución. Un nuevo estadio que obliga a todo el que desarrolle en este entorno que lo haga ya no sólo desde la visión tradicional del comercio electrónico, sino la que se tiene desde los espacios abiertos y las plataformas participativas de Internet. Sin duda alguna, las redes sociales están cada vez más cerca de los carritos de compra de las tiendas digitales.
Los experimentos de FNAC
Puente entre lo digital y lo analógico
Pero las oportunidades que ofrecen las redes sociales a los procesos de compra no terminan aquí. No sólo hablamos de eCommerce. Hablamos de la digitalización del comercio tradicional a través de espacios físicos de interactuación con redes sociales. Un concepto que puede parecer muy ambiguo y abstracto pero que no es más que permitir que el usuario pueda interactuar con su comunidad mientras compra. Algo que ya hemos podido ver hacer a Diesel en sus tiendas de Madrid y Barcelona.
La privacidad y la inteligencia social
En cualquier caso, no podemos saltarnos el hecho de que sigue habiendo dudas. Cuestiones como la privacidad polarizan mucho las posturas entre los que no les molesta compartir datos sobre sus gustos y preferencias con tal de recibir una oferta mucho más pertinente y los que simplemente prefieren no ceder nada de su grafo social. Visiones opuestas pero que, a buen seguro, se van a ir encontrando, fomentando una actitud siempre vigilante pero que asuma las ventajas de generar espacios de valor añadido creados por la inteligencia social.
El Social Commerce ha llegado
Más allá de este debate, vivimos el momento clave para superar la soledad que existía hasta ahora en los procesos de compra online y apostar por espacios sociales, más a la imagen y semejanza que cuando te reúnes con tus amigos para ir a tiendas físicas. Una oportunidad de innovar y mucho aún por discutir y presentar sobre un fenómeno como el del Social Commerce.
Fuente: El blog Cink
Escrito por: Jesús Gordillo