► 169 min. Estados Unidos
Al ver que la vida en la Tierra está llegando a su fin, un grupo de exploradores liderados por el piloto Cooper (McConaughey) y la científica Amelia (Hathaway) se embarca en la que puede ser la misión más importante de la historia de la humanidad.
Pocas palabras tengo para describir una película de la magnitud de Interstellar, pero voy a tratar de hacer un esfuerzo y escribir al menos cuatro párrafos de crítica coherente: Interstellar es un agujero negro de emociones, situaciones que te rompen el corazón y que te dejan sin aliento. Christopher Nolan ha logrado lanzarnos al espacio exterior sin movernos de la butaca del cine; ha logrado que sea padre sin tener hijos, y ha logrado convertirme en un héroe que intenta por todos los medios salvar a la humanidad. Ha logrado que viva la película desde el principio, y eso es un logro platino en la industria del cine.
Desde que vi los primeros trailers yo sabía que esta película me gustaría. Pero no sabía hasta qué punto. Cuando ayer se estrenó en los cines Yelmo de Meridiano no pude más que dejarme guiar y correr a verla, como muchísimos otros espectadores. La película empieza y la sala se queda en silencio, expectante: un mundo en el que el polvo, la tierra bajo nuestros pies, se está levantando, entrando en nuestras casas, en nuestras vidas a través de nuestros pulmones, se abre paso ante nuestros ojos. Un mundo que ha dejado de luchar por conquistar el espacio, para centrarse en intentar rescatar comida pero la tierra ha dejado de ser fértil como antes, los frutos, tampoco son tan productivos. Los astronautas ahora son granjeros, los ingenieros ahora son cosechadores... y es ahí donde aparece nuestro protagonista, un antiguo piloto espacial llamado Cooper, que tiene una granja y una familia, y lucha por sobrevivir en un mundo que se llena de polvo. Por cuestiones del azar o del destino, llega hasta una base de la desarticulada NASA y termina siendo piloto de la única esperanza que le queda al planeta Tierra: un agujero negro ha aparecido cerca de Saturno y es la puerta hacia otra galaxia, por donde han viajado ya anteriores mujeres y hombres valientes, que esperan ahora a ser rescatados en otros planetas lejanos, tal vez idóneos para ser habitados por una nueva Humanidad.
Con esta premisa nos sumergimos en una película de viajes espaciales, de mundos donde una hora equivale a siete años terrícolas, a planetas donde las olas parecen montañas de tres mil metros de altura, mundos de hielo donde chocar contra una nube podría ser mortal, un viaje hacia el infinito, a través del espacio y del tiempo. Una película que nos deja pegados al sillón, que nos absorbe, que nos embriaga y que nos hace soñar.
Tengo que comentar que no estoy de acuerdo con algunas críticas que comienzan a aparecer. No creo que esta película tenga ni una pizca de romance entre los personajes principales. Esta película profundiza en el amor entre padre e hijo, nada más. No creo que haya ninguna referencia romántica al final, ni al principio. Se deja por completo fuera del metraje todo lo que corresponde al ligoteo y a los líos de faldas. No hay ningún romance épico, ni tierno, ni nada por el estilo. Lo advierto por si lo que queréis encontrar es una historia del espacio rodeada del aura del amor romántico, porque no es ese tipo de amor el que encontraréis a punta pala en la película.
A pesar de ser casi perfecta para mí, el casi marca una diferencia. No es una película redonda porque el argumento puede llegar a ser incoherente en algún punto, cercano al final. A muchos espectadores puede que les decepcione el giro argumental de todo, y a quienes no estén acostumbrados, no entenderán ni la mitad y lo encontrarán absurdo. Eso para mí le resta emoción a la película, sin embargo, si os gustan las películas del espacio, no os arrepentiréis de hacerle un hueco este fin de semana a Interstellar, porque esta película merece la pena verla en el cine, porque es un señor peliculón y porque está rodada con mano maestra. Los efectos especiales son de una calidad asombrosa, no parecen hechos por ordenador, sino que parecen reales a nuestros ojos, escenas maravillosas que hay que disfrutar en un buen cine. Además, la banda sonora es suprema, no sé qué te deja más estupefacto, si la impresionante actuación de Matthew McConaughey (coño, ¿dónde estaba este hombre hace unos años?) o la increíble partitura de Hans Zimmer, de verdad, es que no puedo elegir entre tanta perfección.
Sin lugar a dudas esta es una película que me compraré cuando salga en Blu-Ray, y pagaría por ir a verla una y otra vez, porque a pesar de que dura casi 3 horas de metraje, se me hizo corta, porque viendo esta película comprendí de golpe la fuerza de la relatividad.
PD: Stanley Kubrick no inventó el espacio, no lo olvidéis....
→Lo mejor: Preciosa fotografía, increíbles actuaciones, maravillosa banda sonora, preciosos momentos de amor puro, personajes robotizados que te roban el corazón, aplastante magnitud del espacio y de los efectos especiales. En resumen, todo.
→Lo peor: Puede que el giro final decepcione porque tal vez no está a la altura del resto del metraje.
→Puntuación: 9/10
Escrito por Daichan
Daichan es un chico aficionado a la lectura desde que es joven, aunque confiesa haberse encontrado con serias dificultades para engancharse al bello arte de leer. Está estudiando Gestión de Alojamientos Turísticos y Ruso en la EOI. Co-fundador de Mientras Lees. Trabaja en Yelmo Cines.