Desde la décima fila, como casi siempre, vuelvo a sorprenderme delante de la gran pantalla de esa fábrica de sueños que es el cine. Normalmente cuando voy a ver una película con tantas expectativas me decepciona o, simplemente. no me gusta tanto como esperaba. 'Interestellar' es una excepción.
Christopher Nolan es grande, muy grande. Lo fue antes y lo es ahora. Ojalá vuelva a contarnos más historias de superhéroes (las cuenta como nadie más lo hace, véase 'El caballero oscuro'). Gracias, muchas gracias por contarnos esta historia, la de otro héroe y la de una heroína. Muy al estilo americano sí, pero que bien contada. Una obra maestra con un gran narrador y una gran cara (la de Matthew McConaughey) capaz de construir un relato tan perfectamente como nos tiene acostumbrados últimamente.
'Interstellar' cuenta la historia de un grupo de valientes capaces de sacrificar su propia vida por salvar a la humanidad de un mundo en el que escasea la comida, centrándose en el personaje de Cooper (McConaughey) y su ansia por volver a ver a su familia una vez salvados.
Confieso que aunque sentí ganas de ver la película en cuanto lanzaron el primer tráiler, me preocupaba mucho no llegar a entenderla, que abusaran en exceso de los "tecnicismos" galácticos y me perdiera en la historia. Pero hay algo en 'Interstellar' que la hace ser apta tanto para cerebritos que entiendan de física cuántica como para personas que buscan en ella algo mucho más transcendental: emocionarse. La película emociona, mucho, y te mantiene en vilo todo el tiempo. A mí, también confieso, casi me da un infarto en varios momentos.
Técnicamente, la película es una pasada. Una de esas maravillas que merecen ser vistas en pantalla grande. Fotografía y efectos especiales excelentes que ayudan a que nos sumerjamos en la historia sin abusar de ellos en exceso, al menos para mi gusto, y teniendo en cuenta que se trata de una película "espacial". En cuanto a la banda sonora, poco se puede decir. De lo mejorcito y más esperado, gracias a la grandiosidad de Hans Zimmer como compositor. Muy buena, para añadirla a nuestra lista de 'favoritos'.
¿Y qué decir de Matthew McConaughey? Está que se sale. No en esta película, sino en su carrera en general. Todo lo que hace últimamente lo hace bien, y eso es de agradecer en una industria que parece un poco perdida en medio de una vorágine de superhéroes. Olvidada su anterior etapa como galán de comedias románticas, gracias a las cuales le conocimos, no deja de acertar en cada papel que escoge. Es único. Lo ha demostrado e 'Interstellar' sólo lo confirma. Y sí, a mí me encanta.
El resto del reparto es igualmente maravilloso. Yo, que no soy muy fan de Anne Hathaway, admito que me ha sorprendido muchísimo. Creí que no la veía mucho en el papel de "chica astronauta" pero lo hace bien, muy bien. Para mí, y recalco lo de "para mí", firma su mejor personaje hasta la fecha (sí, mejor que en 'Los Miserables', aunque haya gente que me quiera matar).
Otro de los puntos fuertes de la película es sin duda el gran Michael Caine. Con un papel secundario pero muy importante (ya sabréis por qué). El británico consigue, creo que por primera vez, que llegue a odiarlo y, al mismo tiempo, entienda sus razones para actuar de la manera en la que lo hace.
'Interstellar' sirve también para que me vuelva a enamorar de un personaje como pocas veces pasa. En esta ocasión, me ocurre eso con Murphy, la hija de Cooper, e interpretada versión adulta por una de las actrices más prometedoras del celuloide, Jessica Chastain. Ella es la verdadera protagonista de esta película, y es el vínculo padre-hija el motor principal para que funcione y no se nos haga pesada pese a las más de 2 horas y 50 minutos que dura. Se pasan volando, os lo juro.
Lo mejor: todo. Lo peor: que se acaba.
Concluyo esta crítica, escrita con muchas ganas, con una frase de la doctora Brand (Anne Hathaway) que bien podría resumir la verdadera esencia de esta obra maestra del séptimo arte. Si no la habéis visto ya hacedlo, no defrauda.