Los crónicos fracasos de la oposición venezolana terminan siempre en pedidos de intervención militar por parte de los Estados Unidos. Como niños malcriados quieren que alguien les arregle de forma instantánea su problema de incapacidad y que se dé cumplimiento a su capricho. Existen diferentes sectores que promueven la idea de que una intervención militar norteamericana constituiria una “operación quirúrgica” que acabaría prácticamente de forma inmediata con el gobierno de Nicolás Maduro, restableciendo el poder de la oposición venezolana en cuestión de días.
La brutal ignorancia que subyace a esta “pretensión” constituye un grave peligro para los habitantes de Venezuela, incluyéndolos a los mismos opositores qué son los que más tienen que perder, en cuanto a bienes materiales y estatus social, sin que esto signifique que no vayan a cargar con enormes pérdidas humanas.
Es por ello importante calcular los costos humanos qué han causado las intervenciones norteamericanas, a partir de un análisis sobre las dos últimas décadas:
¿Cuantas personas han muerto en las guerras posteriores al 11 de septiembre?
El Informe “Costos de Guerra” de la Universidad de Brown (Noviembre de 2018) “estima conservadoramente que al menos 507.000 personas han sido asesinadas directamente en el transcurso de los conflictos de Irak, Afganistán y Pakistán, y que más de 244,000 de los asesinados eran civiles”.
Sin embargo, las cifras no reflejan las reales dimensiones de los daños ya que no consideran las victimas causadas por las intervenciones norteamericanas en los conflictos de Siria, Somalia, Libia, o más recientemente Yemen o las guerras opacas y encubiertas que se siguen expandiendo a lo largo de Asia y África. [1]
En todo caso queda claro que de acuerdo a estos promedios , la mitad de las víctimas de “#IntervencionMilitarYA” serian civiles inocentes.
Además de las muertes causadas por actos directos de violencia, “se calcula que el número de muertes indirectas — las causadas por enfermedades, desplazamientos y la pérdida de infraestructura crítica — es varias veces mayor, llegando a varios millones de personas fallecidas como consecuencia de dichos conflictos”. En otras palabras, las secuelas de “#IntervencionMilitarYA” se prolongarían y crecerían exponencialmente en el tiempo, alcanzando a muchos que no tuvieron parte nia arter en el conflicto.
El cuentito de cambio de régimen en 5 minutos o creer que la mera renuncia de Maduro acabaría con los problemas, es iluso y digno de gente intoxicada por películas de Hollywood. (El chavismo institucional, las milicias y “colectivos” no son “Maduro”, ni desaparecerán con él, así renunciara. Por otro lado, el sentimiento antinorteamericano en América Latina no es propiedad exclusiva de “rojos”…)
Claro que de esas muertes, solo 6,951 pertenecen a militares norteamericanos y apenas 21 a civiles de EEUU, siempre tan generoso con sangre ajena. Curiosamente, 7,820 muertes pertenecen a personal de las empresas contratadas por los Estados Unidos, como “Blackwaters”, la empresa que habría planeado crear un ejército privado al servicio de Guaidó para derrocar a Maduro, según informa Reuters.
Claro que el personal de estas empresas no es, en su mayoría norteamericano, si no mercenario como los 5,000 colombianos y otros que Erik Prince planea importar a Venezuela. Pero lo más lindo del informe es que establece una cifra de 109,396 a 114,471 muertos entre los “Opposition Fighters“.
En otras palabras y de acuerdo a los antecedentes expuestos cabría esperar que aproximadamente una quinta parte de los muertos serán los que en Venezuela se llaman “escuálidos”. Pero bueno, como dijo Guaido: “Los muertos no son costo, sino inversión”:
Es problema es que está "invirtiendo" con el cuero de otros.
¿Cuando va a "invertir" el suyo propio, ya que es una "inversión" que recomienda tanto?— Eduardo Erlandsen (@EErlandsen) May 2, 2019
Así que los valientes que arengan en las Redes Sociales pidiendo “#IntervencionMilitarYA” deben estar preparándose para “invertir” sus propias familias , porque si “la revolución no fue televisada”, esta guerrita tampoco lo será, como una película de Rambo que puedan ver en NetFlix, la van a tener que vivir en carne propia…
Los muertos no solo serán los trabajadores, “negros”, la gente del barrio… Prepárense valientes.
¿Desconfían del estudio de la Universidad de Brown?
Qué pena! Es el estudio más conservador! Un informe (2015 ) de un grupo de médicos ganadores del premio Nobel de la Paz, que fue el primero contar el número total de víctimas civiles de las intervenciones en Irak, Afganistán y Pakistán, estima que se mataron 2 millones de personas sin contar con las muertes anteriores a las guerras y que fueron causadas por sanciones previas (Como las que Venezuela sufre actualmente). Las cifras de la ONU muestran que 1,7 millones de civiles iraquíes murieron, debido a las sanciones de Occidente anteriores a la segunda guerra del Golfo Persico. La mitad de los muertos fueron niños. [2]
Claro que en este ámbito de sanciones, es justo reconocer los enormes logros de la oposición venezolana y de sus protectores y amos europeos y norteamericanos: El estudio del “Center for Economic and Policy Research” (CEPR), realizado por los economistas Mark Weisbrot y Jeffrey Sachs, encuentra que las sanciones económicas implementadas por la administración de Trump, desde agosto 2017 hasta 2018, ya han causado más de 40.000 muertes en Venezuela. ¿Es de lamentar que este sea el único “logro” de la oposición venezolana en 19 años?
¿Que pasara con el resto, los sobrevivientes?
De acuerdo a los deseos expresados e inocultables odios de los opositores, hay el designio de exterminar al chavismo, no solo por vendetta sino por el miedo de que retornen al poder más adelante. (La OEA ya hizo estudios para proscribirlo) y claro, en la logica infantil de Play Station de la oposicion venezolana, los chavistas, los colectivos y demas se dejaran exterminar para satisfacer sus deseos.
Es claro que este infantilismo, en el mejor de los casos, va a colocar a la oposición en medio del fuego cruzado, si los norteamericanos cumplen el anhelado sueño opositor de “#IntervencionMilitarYA”. Solo un estúpido, y los hay muchos, no comprende esta realidad.
¿Entonces qué harán en los hechos? Tendrán que huir de Venezuela con la esperanza de que Trump los deje escalar el muro en la frontera con México. Desgraciadamente, tal vez, Trump les regale papel higiénico como a los puertorriqueños, pero una vez que esté en posesión del petróleo venezolano no se interesara en ellos, como no se interesa en los Hondureños, ni en los 14,000 niños latinos enjaulados en los campos de concentración de Estados Unidos.
Los pobres de Venezuela tendrán que quedarse para combatir o servir a los norteameticanos e “inversores” como Guaidor, pero los que tengan algunos recursos económicos intentaran escaparse del infierno que ellos mismos crearon. Un estudio de “Brookings Institution” encontró que el colapso de Venezuela podría obligar a ocho millones de personas mas, a abandonar el país.
Los norteamericanos en “Fox News” ya están debatiendo:
“¿Estamos preparados para absorber a millones de nuevos migrantes venezolanos? Todos ellos son buenas personas, sin duda, pero muchos no tienen educación, ni habilidades o no hablan Inglés”…
En otras palabras: un venezolano es bueno para ser “invertido”, no para invertir en él.
Gracias Guaido.
2 de Mayo 2019
NOTAS
[1] El informe, que utiliza datos desde octubre de 2001 hasta octubre de 2018, recopila análisis previos de organizaciones no gubernamentales, datos de los gobiernos estadounidense y extranjeros asicompo informes de los medios de comunicación. Los autores del informe indican que las cifras indicadas solo ” arañan la superficie de las consecuencias humanas de 17 años de guerra.” (El Informe completo puede descargarse aqui.)
[2] El informe está escrito por un equipo interdisciplinario de destacados expertos en salud pública, entre ellos el Dr. Robert Gould, director de extensión y educación de profesionales de la salud del Centro Médico de la Universidad de California en San Francisco, y el profesor Tim Takaro de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Simon Fraser.
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