Hay que agradecerle a Netflix la racha de estrenos tan potentes que lleva, porque a muchos nos están animando estos meses difíciles y petardos de pandemia. A excepción de Valeria, que dejó bastante que desear, en el blog ya analizamos otras series de la plataforma que sí han sido bastante interesantes: Unorthodox, Never have I ever y Hollywood. Pero incluso mejor que esas -o, por lo menos, mucho más adictiva- ha sido una serie que, quizá por no disponer de doblaje en castellano, está llamando poco la atención. Me refiero a Into the night, la primera producción en lengua francesa de Bélgica para Netflix. Y es de justicia decir que los belgas se han estrenado... por todo lo alto.
Into the night es la típica serie "marca Netflix" de consumo rápido, pensada para ser devorada en una o dos tardes. Una serie que te lanza al final de cada episodio unos buenos cliffhanger que te dejan con ganas de más y más. Seis episodios donde están pasando cosas todo el tiempo y es imposible aburrirse. La premisa misma de la serie -un grupo de gente en un avión que huye del sol, cuya radiación se vuelve mortífera- ya habla por sí sola y es bastante atractiva; Into the night no decepciona en su desarrollo y cumple con lo prometido.
Una sociedad en miniatura a bordo
No obstante, no se debería confundir de consumo rápido con baja calidad. La primera serie belga de Netflix presenta con inteligencia, de forma alegórica, una micro-sociedad dentro del avión donde se mezclan una docena de idiomas, orígenes, razas y clases sociales diferentes, como si el pasaje fuera una representación de la propia sociedad del mundo. Y lo más interesante será ver cómo Into the night lleva al límite a esos personajes y, con mucha filosofía de por medio, les enfrenta a dilemas morales. Cuestiones como la democracia y la expulsión de pasajeros del avión serán debatidas, dándole a la serie un buen trasfondo psicológico.
Y lo cierto es que a Into the night se le podrían criticar algunos clichés, y sobre todo las grandes "casualidades" que no pueden faltar en una serie de estas características (increíblemente, siempre hay pasajeros que saben pilotar y de medicina), pero el resultado final es tan satisfactorio que se le perdona todo eso. Tengo debilidad por este tipo de premisas, por estas series tan "teatrales" de supervivencia donde un grupo diverso está encerrado y debe enfrentarse a una circunstancia extrema, surgiendo conflictos de todo tipo. Into the night coge esa premisa y la convierte en una serie turbia, oscura y entretenida a rabiar.
El final deja la puerta abierta a una segunda temporada, aunque surgen dudas sobre si Into the night podría seguir funcionando habiendo agotado la "particularidad" de su trama. ¿Tiene sentido una segunda temporada con una estructura radicalmente diferente? De momento habrá que darles un voto de confianza: lo que nos han dado hasta ahora es mierda de la buena. Solo queda esperar que la serie funcione bien en audiencias y Netflix no saque la guadaña de la cancelación, porque sabemos que no le tiembla el pulso para cortar con sus series a la mínima...
Isidro López (@Drolope)