Into the Woods: una Meryl Streep excepcional pero con una trama absurdamente ridícula

Publicado el 23 enero 2015 por Albertoiglesiasfraga @revistaroulette
Hoy se estrena en los cines de toda España ‘Into the Woods’, la última película-musical de Disney, dirigida por Rob Marshall y guión de James Lapine (autor también del musical de Broadway original). Ayer, Roulette tuvo la oportunidad de asistir al preestreno de la cinta en los Cines Ideal de Madrid para poderos hoy contar lo que os encontraréis cuando vayáis al cine.

Empecemos por el reparto, sin duda todo un dispendio de nombres conocidos en la Meca del cine. Meryl Streep, Emily Blunt, James Corden, Anna Kendrick, Chris Pine o Johnny Depp son solo algunos de los protagonistas de esta película. Sin embargo, de todos ellos, las únicas que están a la altura son Meryl Streep (nominada al Óscar) y Anna Kendrick (a la que conocimos en otra faceta completamente distinta en ‘Up in the air’), mientras que el resto sustentan papeles excesivamente planos, muy estereotipados y con los que es imposible congeniar o ponerse en su piel a lo largo de toda la trama.

Una trama que podríamos definir, con suerte, como disparatada y absurdamente ridícula. Así, ‘In the Woods’ entrelaza los argumentos de varios cuentos de los hermanos Grimm en una suerte de adaptaciones quizás demasiado libres de los clásicos “Caperucita Roja”, “Jack y las habichuelas mágicas”, “Rapunzel” o “La Cenicienta”. Todo comienza cuando un panadero y su esposa se enteran de que han sido maldecidos por una bruja con no poder tener hijos, se adentran en el bosque para encontrar los objetos necesarios para romper el hechizo y fundar una familia.

Jack es tratado como un pequeño retrasado mental (literalmente, se alude en numerosas ocasiones a su “escasa” inteligencia) una vaca por habichuelas, Caperucita se deja engañar por un lobo que más que comerla parece tener tendencias pederastas (“me encantan las niñas regordetas”, “qué bien me lo voy a pasar contigo”, “cómo me gustan las niñas pequeñas”, todo ello en un tono que la Policía consideraría amenazante), Rapunzel es una mujer secuestrada por una malvada bruja, el Príncipe se casa con Cenicienta para luego engañarla el mismo día de la boda con la mujer del panadero. Sí, esa misma, la que comenzó toda la historia porque amaba a su marido y quería tener un hijo con él. Menos mal que la película hace algo de justicia y muere, al igual que la bruja, aunque queda pendiente saber el futuro del “putero” príncipe.

Falta de ética, valores humanos o decencia moral

Con mensajes al puro estilo ‘Las Vegas’ (“lo que pasa en el bosque se queda en el bosque”, la película trata de ser una “historia sobre la responsabilidad, sobre los problemas que traen consigo los deseos y sobre el legado que dejamos a nuestros hijos”. Sin embargo, los valores que nos muestran son muy distintos: infidelidades, secuestros, mentiras, pedofilia, egoísmo, robo y pillaje, machismo (el panadero considera inútil a la mujer en su misión en el bosque, cualquier mujer debía plegarse al sexo del Príncipe…) y, sobre todo, falta  de ética alguna ante la vida y las circunstancias adversas.

Para los amantes del género musical, la calidad de fotografía y las canciones están muy logradas, pero eso no salva a semejante despropósito por parte de Disney. Cabría preguntarse quién en su sano juicio ha nominado a 3 Óscars a una de las peores películas de los últimos años.

 

WRITTEN BY

Alberto Iglesias Fraga

Fundador y director de Roulette Magazine. Periodista tecnológico, escribe actualmente para TICbeat, Think Big o Kelisto.es. Anteriormente, ha trabajado para otros medios del sector como ComputerWorld, CIO España o iPhonizate. Es, además, consultor de comunicación en la agencia INDIE PR.