phillip butters
Estoy indignado. Creo que es la palabra exacta para describir lo que siento frente a la conchudez de un grupo de hombres y mujeres, que según ellos, exigen se les respete por ser homosexuales.
Lo último que han hecho ha sido pararse frente a la puerta de Radio Capital, lugar donde labora el conocido periodista Phillip Butters, para demostrarle, y a todos los que no están de acuerdo con su opción sexual, que ellos pueden y manifiestan su afecto como y donde les viene en gana.
El error de Phillip Butters ha sido pedir públicamente a estas personas que si van a manifestar su afecto con otras personas de su mismo género que no lo hagan en la puerta de la Iglesia y que si lo hiceran frente al nido de su hija o frente a su casa se encargaría de sacarlos a “patadas”. ¿Cual fue su error? usar la expresión “a patadas”, más nada.
Estoy cansado de escuchar y leer comentarios de apoyo a los manifestantes del MHOL, como si fueran perseguidos o apestados y necesitaran del apoyo popular. Oiga, respetos guardan respetos y punto.
Es decir, ser gay me da el derecho de pararme en la puerta del templo donde va mi vieja, mi viejo, mis padrinos, mis amigos y ponerme a chapar allí sabiendo que ello les disgusta.
Si practican determinada religión y creen en la palabra de Cipriani -particularmente creo que el tipo es el anticristo- es su tema y eso se respeta. Como dijo Butters, que se vayan a chapar a un parque o donde les dé la gana pero no allí, porque allí está mi viejita y ella no le ha hecho daño a ninguno de ustedes.
La persecución a Phillip Butters se da en tiempos en que está de moda el apoyo a las minorías a tal extremo que se confunde libertad con libertinaje y exigir respeto con ser homofóbico.
Que se entienda de una vez que ”Respetos guardan respetos” y su aplicación es necesaria si queremos construir una verdadera sociedad inclusiva, no haciendo el berrinche a la manera de los activistas del MHOL. Faltosos.